noviembre 27, 2025

En Esta Hora

Porque la noticia… no puede esperar

El espejito de la señora presidenta

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Al igual que su jefe López Obrador, Claudia Sheinbaum es aficionada a verse en el espejo de las encuestas. Cada principio de mes se asoma a tres: la encuesta de El Universal, la de El Financiero y la de la encuestadora internacional Morning Consult.

De esas tres, la que veía con especial interés era la de Morning Consult que por seis años tuvo a López Obrador como el segundo presidente más popular del mundo, solo debajo de Narendra Modi, primer ministro de la India que hasta la fecha sigue ocupando el primer lugar.

Antes de dejar la presidencia, Andrés Manuel vaticinó que Claudia llegaría a ser tan buena mandataria que desbancaría a Narendra del primer lugar y…

En el primer mes de su gobierno Sheinbaum ocupó el lugar que tuvo su antecesor y lo cacareó en su mañanera como lo hacía López Obrador. Pero poco le duró el gusto.

Hace unos días Morning Consult dio a conocer que Claudia ocupa el séptimo lugar y bajando. En un año cayó 21 puntos porcentuales ya que de empezar con un 62 por ciento de aceptación, en la actualidad tiene el 41 por ciento.

Y sucedió lo que tenía que suceder; la presidenta dejó de ver y cacarear esa encuesta.

Acá en la aldea, la popularidad de Sheinbaum que llegó a tener un envidiable 71.6 por ciento, sufrió su primera merma el 13 de octubre cuando visitó Poza Rica tras la inundación de esa ciudad y un joven la increpó a gritos. La imagen donde se lleva el índice a los labios para pedirle al joven “por favor déjame hablar” sus enemigos (que los tiene a pasto) la manejaron como “cállate, que no te dejaré hablar”.

Y de ahí pal real porque su posición respecto a la marcha de la Generación Z la desbarrancó de su pedestal.

¿Qué pedían los chavos de la Generación Z? Seguridad para ellos, sus familias y amigos y el cese de la violencia (lo mismo que están pidiendo los transportistas que tienen tomadas gran parte de las carreteras del norte del país y las mujeres que ayer salieron a manifestarse). Pero los minimizaron, descalificaron y denostaron: “Fue una marcha de la derecha que perdió sus privilegios… Hubo mucho adulto y poco joven… muchos pertenecen a la Marea Rosa que aún no acepta su derrota”.

Lo dije anteriormente y lo repito; esa marcha fue la primera gran protesta contra su Gobierno y Claudia desperdició una oportunidad de oro para mostrar su visión de estadista.

Un mensaje de esperanza la hubiera congraciado incluso con sus enemigos: “Mi gobierno se une al reclamo de los jóvenes. A pesar de que estamos combatiendo a los criminales sin descanso, aún nos falta mucho por hacer. Esta marcha nos compromete a redoblar esfuerzos para devolverles a ellos y a todos los mexicanos la paz y tranquilidad a la que tienen derecho”.

Pero le salió lo pendenciera. “Nos atacan porque no aceptan los avances de la 4T, es gente que no quiere que sigamos levantando el segundo piso de la transformación, es la oposición que está moralmente derrotada” Y a los transportistas: “Aguas porque tenemos carpetas de investigación contra ustedes y las podemos reabrir”.

Y no tuvo que esperar mucho por la respuesta.

Ayer se dio a conocer el resultado de una encuesta realizada del 15 al 20 de noviembre por la organización México Elige con una sola pregunta: “Si la Constitución lo permitiera, ¿votaría por Claudia Sheinbaum como Presidenta de México para el periodo 2030-2036?” y el resultado debió espantarla.

El 67.3 por ciento de los encuestados dijeron que no; el 26.6 por ciento dijo que sí y el 6.1 por ciento restante contestó que no sabe. En números redondos, 7 de cada 10 mexicanos no volverán a votar por ella.

Pero a pesar de eso la presidenta sigue confundiendo las cosas. Ni la derecha le está moviendo el tapete ni la oposición quiere derrocarla. Lo que desean y anhelan los jóvenes de la Generación Z, los transportistas, las mujeres y todos los habitantes de este país, es que se acabe la violencia y regrese la paz.

No piden otra cosa.

Más que el espejito al que se asoma cada treinta días y con manifiesta curiosidad para saber qué tanto ha crecido su popularidad, lo que debería preocuparle es que no crezca el descontento social. Porque si eso sucede, entonces sí ¡aguas!

bernagup28@gmail.com

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