junio 17, 2025

En Esta Hora

Porque la noticia… no puede esperar

Dicen que la militancia jarocha de Morena repudia a Pepín Ruíz, ¿será?

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En la política, los procesos de transformación son un terreno fértil para el oportunismo, y la moda por querer engrosar las filas de MORENA no es la excepción. Y es que nos llega la información de que en Veracruz Puerto, los miembros fundadores del partido guinda han alzado la voz en una clara defensa de sus principios fundacionales en rechazo a figuras como José “Pepín” Ruiz Carmona, a quien acusan de ser un “infiltrado sin arraigo real en el movimiento”.

La militancia morenista veracruzana tiene razones de peso para poner en duda el objetivo real de Ruiz Carmona. Su supuesto financiamiento por parte de Salvador Manzur Díaz, el exalcalde priista cuya trayectoria está marcada por señalamientos de corrupción, pone en tela de juicio las intenciones detrás de su incursión en MORENA. No es difícil entender por qué esta figura genera rechazo entre las bases del partido: simboliza todo lo que la 4T prometió combatir.

En contraste, líderes locales como Rosa María Hernández Espejo representan los valores que han cimentado a MORENA en el estado, según considera la base jarocha. Destacan que su trabajo en las zonas marginadas del Puerto de Veracruz y su capacidad para ganar en territorios adversos demuestran su arraigo y compromiso con las causas del pueblo. Hernández Espejo no es solo una opción viable; es una candidata con mérito probado, algo que sus propios compañeros de lucha reconocen abiertamente.

El apoyo a Hernández Espejo, sin embargo, no significa que el proceso interno de selección deba ser monopolizado. La militancia ha dejado claro que respetará el resultado del método de encuesta, pero recalca que el respeto debe extenderse también hacia las bases, esas mismas que levantaron al partido en sus momentos más difíciles.

El caso de “Pepín” Ruiz expone el peligro de abrir las puertas del partido sin un filtro adecuado. Los fundadores de MORENA lo dijeron claro: el partido no debe permitir que los “chapulines” desvirtúen su esencia, como ha sucedido en otros institutos políticos.

No hay que olvidar que las bases son el alma de ese movimiento y deben ser escuchadas. Solo así podrá garantizarse que la Cuarta Transformación no sea solo un discurso, sino una realidad tangible y duradera.

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