En el primer aniversario de la inauguración del Tramo 7 del Tren Maya, contratistas de diversos estados bloquearon las autopistas México-Pachuca y México-Querétaro, exigiendo el pago de adeudos por las obras realizadas. Los manifestantes señalaron que los atrasos superan, en algunos casos, los 100,000 pesos, y demandan la intervención inmediata del gobierno federal para resolver la situación.
En la México-Pachuca, el cierre comenzó a las 7:00 a.m. a la altura de la escultura El Vigilante, mientras que en la México-Querétaro el bloqueo afecta el kilómetro 43, incluyendo la Caseta Tepotzotlán. Los contratistas denunciaron que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encargada del proyecto, no ha cumplido con los pagos correspondientes, lo que consideran una grave injusticia tras haber contribuido a la construcción de una de las obras emblemáticas de la Cuarta Transformación.
El Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5) del Estado de México alertó a los automovilistas sobre las afectaciones y recomendó utilizar como vía alterna el Corredor Vía Morelos para quienes se dirigen a la zona norte de la Ciudad de México.
El Tren Maya ha sido uno de los proyectos más destacados del gobierno actual, concebido como un motor de desarrollo para el sureste del país. Sin embargo, estas manifestaciones ponen en tela de juicio su ejecución y el manejo financiero del proyecto.
Los bloqueos han generado críticas no solo hacia la Sedena, sino también hacia el gobierno federal por no garantizar un cumplimiento oportuno de los compromisos adquiridos con los contratistas. La situación también amenaza con empañar la percepción pública de una obra que busca posicionarse como un legado de infraestructura para la región.
Exigencias de los manifestantes
Los contratistas enfatizaron que no levantarán los bloqueos hasta que se garantice el pago íntegro e inmediato de los adeudos. Aseguran que han agotado las vías legales y administrativas sin recibir respuesta por parte de las autoridades: “Nos movilizamos porque ya no tenemos otra opción. No es justo que quienes trabajamos en una obra tan importante tengamos que rogar para recibir lo que nos corresponde”, señaló uno de los transportistas.
Hasta el momento, el gobierno federal no ha emitido un posicionamiento oficial sobre los bloqueos. Sin embargo, el creciente descontento de los contratistas plantea un desafío significativo, no solo en términos de logística y movilidad, sino también en la confianza hacia la administración del proyecto.
El Tren Maya, que ha enfrentado críticas por cuestiones ambientales y sobrecostos, ahora se encuentra en el centro de una controversia financiera que podría impactar su avance y la relación del gobierno con los proveedores locales.
Con información de El Economista y Guardia Nacional en X: @GN_Carreteras
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