Washington, D.C.– El Senado de Estados Unidos confirmó la nominación de Tulsi Gabbard como directora de inteligencia nacional con una votación de 52 a 48. Sorprendentemente, el senador republicano Mitch McConnell fue el único de su partido en votar en contra de la elección del expresidente Donald Trump. Ningún demócrata respaldó a Gabbard.
La nominación de Gabbard generó controversia debido a sus comentarios pasados sobre adversarios extranjeros y dudas sobre su experiencia en inteligencia. Aunque varios senadores republicanos expresaron reservas, la mayoría optó por apoyarla.
McConnell justificó su oposición afirmando que Gabbard no demostró estar preparada para asumir la responsabilidad de liderar la comunidad de inteligencia, que juega un rol crucial en la seguridad nacional. “La nación no debería preocuparse por evaluaciones de inteligencia contaminadas por una directora con antecedentes de alarmantes errores de juicio”, sentenció el senador.
Gabbard asume la dirección de las 18 agencias de inteligencia del país, a pesar de su historial de escepticismo hacia la comunidad de inteligencia. Además, será la principal asesora de inteligencia del expresidente Trump.
Hay que recordar que Gabbard pasó de ser una estrella emergente del Partido Demócrata a una ferviente defensora de Trump, tras unirse al Partido Republicano en 2024. Ha sido criticada por reunirse en 2017 con Bashar al-Assad, presidente de Siria, y por expresar puntos de vista que han sido vistos como favorables a Rusia. También propuso retirar cargos contra Edward Snowden, el excontratista de la NSA que filtró información clasificada.
Durante su audiencia de confirmación, Gabbard defendió su postura sobre Snowden, reconociendo que violó la ley, pero argumentando que reveló programas inconstitucionales. Esta posición generó inquietud tanto en republicanos como en demócratas.
Aunque su rol como directora de inteligencia le otorga un poder considerable, está por verse si Trump la elegirá como su principal asesora de inteligencia, ya que mantiene una relación cercana con John Ratcliffe, director de la CIA.
Su enfoque en reducir la burocracia en la Oficina de la Dirección de Inteligencia Nacional ha sido bien recibido por los republicanos, en línea con las políticas de eficiencia gubernamental lideradas por Elon Musk. Sin embargo, su nombramiento ha generado preocupación entre los demócratas, quienes advierten sobre su historial de apoyo a figuras controvertidas.
El liderazgo de Gabbard en la inteligencia estadounidense podría marcar un giro significativo en la política de seguridad nacional del país.
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