Trump abandona Cumbre del G7 para enfrentar crisis en Medio Oriente

Alberta, Canadá.- En un giro inesperado durante la 51ª Cumbre del G7, celebrada en Kananaskis, Alberta, Canadá, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, decidió cancelar su agenda completa y regresar urgentemente a Washington. Según se pudo apreciar en un video en el que está al lado de otros líderes mundiales, Trump citó “razones obvias” para su partida anticipada, en medio de rumores sobre una posible intervención militar de Estados Unidos contra Irán.

La cumbre, que marca el segundo encuentro del G7 en Kananaskis desde 2002, reunió a líderes mundiales para discutir temas cruciales como el comercio internacional, la seguridad global y las tensiones en Medio Oriente. Sin embargo, la atención se desvió cuando Trump anunció su intención de abandonar el evento un día antes de lo previsto, citando una reunión urgente con su Consejo de Seguridad Nacional.

Esta decisión se produce en un momento de escalada de tensiones entre Israel e Irán. Fuentes indican que Israel ha lanzado una nueva serie de ataques aéreos contra Irán, afectando instalaciones clave como la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz y la autoridad de radiodifusión estatal iraní. Estas acciones han sido respondidas por Irán con amenazas de represalias, incluyendo un posible “ataque masivo de misiles” contra objetivos israelíes.

Trump, en declaraciones a Reuters, reveló que él y su equipo estaban al tanto de los planes de Israel antes de los ataques, y mencionó una reunión planificada con representantes iraníes en Omán que fue cancelada debido a los recientes acontecimientos. El presidente estadounidense también ha estado en contacto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, discutiendo estrategias para manejar la crisis.

La partida de Trump del G7 ha generado especulaciones sobre una posible intervención militar de Estados Unidos en el conflicto. Fuentes cercanas al gobierno estadounidense sugieren que el regreso anticipado podría estar relacionado con la planificación de una respuesta coordinada a las acciones de Irán, aunque no se han confirmado detalles específicos.

Esta no es la primera vez que Trump abandona un summit internacional de manera abrupta. En 2018, durante la cumbre del G7 en Canadá, también dejó el evento temprano tras tensiones con otros líderes sobre políticas comerciales. Sin embargo, el contexto actual es significativamente diferente, con implicaciones directas para la seguridad nacional y la estabilidad regional.

Reacciones internacionales

La decisión de Trump ha sido recibida con una mezcla de preocupación y crítica por parte de otros líderes del G7. El primer ministro británico, Keir Starmer, quien asistió a su primera cumbre del G7, expresó su decepción por la falta de continuidad en las discusiones, especialmente en un momento en que se necesita una respuesta coordinada a las crisis globales. Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, enfatizó la importancia de mantener la unidad entre los aliados frente a las amenazas externas.

En Irán, las reacciones han sido de condena. El canciller iraní, Hossein Amirabdollahian, urgió a Trump a ejercer presión sobre Israel para que detenga su “agresión”, sugiriendo que cualquier escalada adicional podría tener consecuencias severas.

A medida que Trump regresa a Washington, la comunidad internacional observa de cerca los próximos movimientos de la administración estadounidense. La cancelación de la agenda en el G7 y el enfoque en la crisis iraní-israelí subrayan la prioridad de la seguridad nacional en la agenda de Trump, a pesar de las críticas sobre su enfoque “América primero” y su impacto en la cooperación global.

Queda por ver si las acciones de Estados Unidos escalarán el conflicto o si se buscarán soluciones diplomáticas. Mientras tanto, la región de Medio Oriente permanece en un estado de alta alerta, con el mundo esperando el próximo capítulo en esta tensa saga geopolítica.