Familiares de desaparecidos son calderonistas

Por: Miguel Ángel Gómez Ruiz

El sábado anterior ocurrió una manifestación en el Zócalo de la Ciudad de México en la que estuvieron familiares de personas desaparecidas y asesinadas por el crimen organizado mayormente y en la que participaron simpatizantes de esas personas o bien, gente que también se ha sentido agredida por el gobierno.

Por obviedad, la presidente Sheinbaum no se encontraba en la ciudad pues, al igual que el expresidente López, gusta de viajar a distintos lugares ya sea a inaugurar obras que no valen la pena, regar recursos a pesar de la crisis económica de este gobierno, a recibir el aplauso o a bailar, pese a la inseguridad en el país en la que han muerto niños, jóvenes, empresarios, soldados y tanto más.

Pero para la presidente, los manifestantes son, simplemente, calderonistas, conservadores, fifís, de derecha y se manifiestan para afectar su imagen.

Porque a pesar de que en otros sexenios se dio frente al crimen organizado, de 2018 a la fecha poco o nada se ha hecho contra los grupos delincuenciales, según algunos, por una estúpida estrategia de “abrazos no balazos” que permitió que los criminales actuasen a placer sin riesgo de ser atrapados.

Por eso es que a pesar que antes había inseguridad, el expresidente López superó en muertos a otros gobiernos, casi 200 mil, decenas de miles de desaparecidos, la extorsión a un grado que provocó el cierre de micros, pequeñas y medianas empresas, que también agravó una crisis a productores de aguacate y limón y muchas cosas más.

Lo peor y dicho por afectados, es que todo ello al gobierno no parece interesarle. Es decir, no acepta que hay desaparecidos, ni que los delitos aumentaron, que hay más grupos relacionados con la distribución de drogas y que muchos comerciantes están quebrados o bien, cierran pues no pueden enfrentar a los extorsionadores.

La presidencia cuenta con medios afines que, a base de grandes sumas de dinero publica cosas que son mentiras, como el caso, por ejemplo, de la refinería “Dos Bocas” que al día de hoy, sigue sin refinar un litro de nada y cuando cae un aguacero se inunda terriblemente.

Ahora quien descalificar el tema de los hornos clandestinos en Jalisco en donde aparecieron decenas de zapatos y en que posiblemente fueron incineradas muchas personas, no se sabe si personas del crimen organizado o bien, algunos que tuvieron la mala fortuna de cruzarse con criminales.

Por ejemplo, el sábado muchas personas tratan de localizar a sus hijas y juran absolutamente que cayeron en manos de criminales. La pesadilla para ellos continúa, como el caso de una señora que busca a su hijo que siempre fue presionado para que se uniera a un grupo criminal en la Ciudad de México, en la que los delitos aumentaron durante la gestión de Claudia Sheinbaum como jefa de gobierno.

El joven se negó pues quería estudiar. Un día en que regresaba a casa un grupo lo levantó y jamás volvió, al igual que tantos que ni idea tenían de que jamás volverían a ver a sus familias.

Es decir, victimas hay, familias afectadas también, pero lamentan que el gobierno no tenga ojos ni oídos para ellos.

Pero las protestas, el reclamo, las lágrimas, la desesperación y la difusión de todo eso representará para el gobierno actos carroñeros. Todo ello lo olvidarán o simplemente, no harán nada como hasta ahora.