Beijing, China.- El presidente de China, Xi Jinping, lanzó un contundente mensaje sobre la reunificación con Taiwán durante su discurso de Año Nuevo, transmitido el martes por la televisión estatal CCTV. Xi advirtió que ningún poder podrá detener el proceso histórico de “reunificación nacional”, enviando una clara señal a los sectores pro-independencia tanto dentro como fuera de la isla, que alberga a más de 23 millones de personas.
En el último año, Beijing intensificó la presión militar cerca de Taiwán con patrullajes casi diarios de aviones y buques de guerra en la región. Las autoridades taiwanesas consideran estas maniobras como parte de una estrategia gradual para “normalizar” la presencia militar china en sus alrededores.
Taiwán rechaza las afirmaciones de Beijing
China considera a Taiwán una provincia separatista que debe ser reincorporada bajo su control, incluso mediante el uso de la fuerza si es necesario. Sin embargo, el gobierno taiwanés, que opera bajo un sistema democrático, rechaza las reivindicaciones de Beijing y sostiene que solo el pueblo taiwanés tiene derecho a decidir su futuro.
Xi subrayó en su discurso: “Las personas a ambos lados del Estrecho de Taiwán somos una sola familia. Nadie puede romper nuestros lazos ni detener la tendencia histórica hacia la reunificación”.
Escalada de tensiones en el Estrecho de Taiwán
El clima de tensión se mantuvo elevado durante el año, especialmente tras la elección de Lai Ching-te como presidente de Taiwán en mayo, a quien Beijing etiqueta como “separatista”.
Las fricciones aumentaron este mes después de que Lai realizara escalas diplomáticas en Hawái y Guam durante un viaje por el Pacífico, provocando la furia de China. En respuesta, Beijing desplegó una masiva flota naval alrededor de Taiwán y en los mares del Este y Sur de China. Además, este año llevó a cabo dos rondas de ejercicios militares en la región, calificándolos como advertencias contra “actos separatistas”.
Relaciones tensas con Estados Unidos
El apoyo de Estados Unidos a Taiwán, a través de ventas de armamento autorizadas por la Ley de Relaciones con Taiwán, sigue siendo un punto crítico en las relaciones entre Beijing y Washington. China ha advertido repetidamente a Estados Unidos contra cualquier vínculo militar con la isla y ha impuesto sanciones a fabricantes de armas y ejecutivos involucrados en estos acuerdos.
En su discurso, Xi reafirmó su compromiso con lo que describe como la “rejuvenecimiento de la nación china” e instó a ambas partes a compartir un propósito común. Sin embargo, mientras Beijing endurece su postura, Taiwán y sus aliados parecen prepararse para un futuro cada vez más incierto en la región.
Con información de X y Reuters.
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