Washington, D.C. — La salud del presidente Donald Trump volvió al centro del debate público tras revelarse que fue diagnosticado con insuficiencia venosa crónica, una afección que afecta la circulación sanguínea en las extremidades inferiores y que puede generar síntomas como hinchazón y fatiga en las piernas, según anunció Karoline Leavitt, secretaria de prensa, durante una conferencia en la Casa Blanca
El diagnóstico, confirmado durante un chequeo médico reciente, fue catalogado como “rutinario” por la vocera, aunque no tardó en generar reacciones, debido a que Trump —quien tiene 78 años— ha sido históricamente reservado con sus historiales clínicos.
Si bien la insuficiencia venosa crónica no es considerada una enfermedad mortal, los antecedentes de salud de Trump, como los hematomas visibles en apariciones públicas recientes, alimentan la incertidumbre sobre su estado real.
“Esta preocupación fue cuidadosamente evaluada por su médico; sin embargo, el presidente continúa con excelente salud”, agregó Leavitt.
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha dado a conocer cuál será el tratamiento que recibirá Trump ni si esta condición afectará su agenda política.
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