Después de los últimos tres golpes espectaculares que la semana pasada dio el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch –el desmembramiento de la red de huachicol que operaban los sobrinos del ex secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán; la aprehensión del principal operador financiero del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Oscar Antonio Álvarez González, detenido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuando procedía de Barcelona; y la captura en Paraguay de Hernán Bermúdez Requena, ex secretario de Seguridad Pública de Tabasco y líder de la organización criminal conocida como La Barredora, dedicada a actividades de extorsión, tráfico de personas y drogas en el sureste mexicano, ligado al coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López–, a nadie le queda duda que el ex jefe policiaco de la Ciudad de México será la carta fuerte a la que apostará la presidenta Claudia Sheinbaum para sucederla en el 2030.
Hace dos años era su delfín para relevarla en la jefatura del gobierno capitalino, pero el grupo de radicales que sigue controlando la dirigencia de Morena –entre ellos los hijos del presidente López Obrador– lo vetó para imponer a la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada.
Harfuch, quien encabezaba todas las encuestas, fue obligado a registrarse como candidato a senador ante el riesgo de que Morena perdiera la capital del país que la izquierda viene gobernando desde que el PRD, con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, ganó por primera vez las elecciones locales en 1997.
Tras registrarse como precandidato al Senado a finales de noviembre de 2023, el exjefe policiaco capitalino, a través de sus redes sociales, expresó que quería “agradecer muchísimo a las personas que me brindaron su confianza” y les informó que “he realizado mi registro como precandidato único de la Ciudad de México a la primera fórmula del Senado de la República, la razón es porque mi compromiso es seguir trabajando cerca de la ciudadanía, representar a mi ciudad, defender sus intereses y dar voz a millones que buscan un mejor futuro”, dijo.
El nieto del General Marcelino García Barragán, ex secretario de la Defensa Nacional (1964-1970), reiteró que él consideraba que era “más importante” servir al país que sus aspiraciones personales y aseguró que en Morena les importa “mantenerse juntos” para apoyar a Clara Brugada, precandidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, y a Claudia Sheinbaum, precandidata presidencial.
Sin embargo, Sheinbaum no tiene todo el control aún para imponer a su candidato favorito dentro de cuatro años, cuando formalmente inicie el proceso sucesorio, pues en la operación política que realizó desde 2023 el expresidente López Obrador para afianzar su candidatura, tuvo que ceder posiciones de poder a las demás “corcholatas” presidenciales que se inscribieron en el proceso interno de Morena. A los políticos de colmillos más retorcidos les aseguró las coordinaciones de ambas cámaras del Congreso de la Unión. A su paisano y “hermano” Adán Augusto López le asignó el liderazgo de seis años del Senado, y a Ricardo Monreal el de los Diputados, cuyo periodo concluye en agosto de 2027.
Tras la detención de su ex jefe policiaco, la suerte de Adán Augusto parece estar echada. El linchamiento mediático arreciará ahora que el líder de La Barredora fue expulsado ayer de Paraguay, cuyas autoridades ignoraron los recursos legales que había promovido su defensa para impedir su extradición. El ex secretario obradorista de Gobernación difícilmente se sostendrá en la coordinación del grupo legislativo de Morena en el Senado. Si bien le va, no será desaforado ni acompañará a su ex secretario de Seguridad en prisión. Pero sus aspiraciones presidenciales y las de sus aliados que quieren gobernar sus respectivas entidades, como la senadora Andrea Chávez, de Chihuahua –cuya anticipada precampaña financia el empresario pozarricense Fernando Padilla Farfán, quien ha recibido millonarios contratos de gobiernos morenistas por su cercanía con el polémico ex mandatario tabasqueño–, muy difícilmente prosperarán.
Por su parte, Ricardo Monreal, más sensato y resignado, ya expresó que su ciclo en la vida pública está próximo a concluir. Durante un encuentro con jóvenes en julio pasado, el político zacatecano hizo un repaso de su extensa carrera y confirmó que ya está en proceso de dejar paso a nuevos actores políticos después de más de 40 años de trayectoria.
En su intervención, Monreal admitió que Claudia Sheinbaum fue clave en su camino dentro del partido, señalando que ella lo superó en dos contiendas importantes: la candidatura al gobierno de la Ciudad de México en 2018 y en el proceso interno por la nominación presidencial en 2024. Destacó sus virtudes como líder, resaltando su honestidad, esfuerzo y compromiso con la Cuarta Transformación.
Además, el zacatecano valoró la capacidad de Sheinbaum para consolidar alianzas y sumar a diferentes liderazgos en Morena, incluyendo a figuras como Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. Subrayó la importancia de impulsar a las nuevas generaciones para fortalecer el proyecto político y garantizar su continuidad.
Aunque Monreal no descartó futuras colaboraciones, dejó en claro que no tiene planes de buscar cargos públicos nuevamente y reiteró su respaldo al trabajo de la presidenta, confiando en que esta etapa de renovación beneficiará al país y al movimiento.
Ello, luego de que Sheinbaum anunció una reforma electoral para impedir la reelección y el nepotismo en cargos de representación popular, la cual entraría en vigor antes de los comicios intermedios de 2027.
Otro escollo que la presidenta buscaría neutralizar es a “Andy” López Beltrán, el secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional de Morena. La mañana de ayer se difundió en diarios nacionales y redes sociales que, tras el golpe a la red de huachicol fiscal que operaban en las aduanas marítimas los sobrinos del ex secretario de Marina, Ojeda Durán, el hijo de AMLO había promovido un amparo para suspender una posible orden de aprehensión de la Fiscalía General de la República (FGR), lo que horas después desmintió a través de un comunicado dirigido a los militantes de su partido, en el que aseguró que se trataba de “un montaje” de sus adversarios políticos.
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