PRI Veracruz da pena: Luchan por “no descender”

En el fútbol, cuando un equipo lleva años arrastrando la cobija, sin inversión en refuerzos, sin estrategia y sin renovación, lo único que le queda es pelear por no descender. En política, el PRI en Veracruz parece estar en la misma situación: ya no aspiran a competir por el campeonato, sino a no perder el registro ante el OPLE.

Alito Moreno, con su ya clásica desesperación de último minuto, pegó un grito al cielo al ver que su partido en Veracruz seguía dormido en las hamacas. Como buen técnico oportunista que prefiere culpar a los jugadores en vez de aceptar que el sistema está podrido, le pasó la responsabilidad a Jorge Meade y a Rigo Fuentes para “mover las piezas” antes de que el equipo termine en el sótano de la tabla.

Y vaya que “movieron” piezas… pero del baúl de los recuerdos. En el listado de candidatos, no hay sorpresas: los mismos de siempre, las mismas cartas gastadas que ya han perdido más elecciones de las que se pueden contar. Ahí está Carolina Gudiño, Silvio Lagos, Carlos Vasconcelos, Cirilo Vázquez y compañía, alineando como si estuviéramos en una reedición de la política veracruzana de hace dos décadas.

Pero si hay un caso que merece una mención especial, ese es el de Lorena Piñón Rivera. Sí, la misma que ha sido candidata a diputada, senadora, dirigente y hasta jueza de la Suprema Corte (bueno, no tanto, pero con la misma efectividad). ¡Su palmarés en elecciones es impecable… pero porque nunca ha ganado una sola! Sin embargo, sigue ahí, con más vidas que un gato, gracias a su protector Alito Moreno, que la mantiene en la cancha aunque solo juegue para el equipo contrario.

Así que, mientras otros partidos buscan reforzarse, el PRI en Veracruz sigue con su plantilla de siempre. No es que aspiren a ganar títulos, pero al menos intentarán evitar el descenso. Y con esta alineación, el reto no es menor.