septiembre 26, 2025

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Pozos Castro participa en la conmemoración del 40 aniversario del terremoto de 1985

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Xalapa, Ver.– El subsecretario de Gobierno, José Manuel Pozos Castro, participó este viernes en la capital veracruzana la ceremonia conmemorativa por los 40 años del terremoto de 1985, el sismo que marcó para siempre la historia del país. El acto reunió a autoridades estatales, representantes de instituciones educativas y de protección civil, quienes recordaron a las víctimas y refrendaron el compromiso de mantener viva la cultura de la prevención.

El homenaje se realizó en punto de las 7:19 horas, la misma hora en que aquel 19 de septiembre de 1985 un movimiento telúrico de magnitud 8.1 con epicentro en la costa de Michoacán sacudió a la Ciudad de México, dejando un saldo oficial de cerca de 10 mil muertos, miles de heridos y una devastación material incalculable. La ceremonia incluyó el izamiento de bandera a media asta, un minuto de silencio y un mensaje oficial que subrayó el valor de la solidaridad ciudadana en aquella tragedia.

El sismo de 1985 evidenció la fragilidad de las construcciones, la insuficiencia de las autoridades y la capacidad de organización espontánea de la sociedad. Edificios enteros —hospitales, escuelas, oficinas y viviendas— se desplomaron en cuestión de segundos. Las escenas de vecinos removiendo escombros con sus propias manos, formando brigadas improvisadas de rescate, se volvieron el símbolo de un México herido pero no vencido.

Para muchos sobrevivientes, aquella mañana no sólo destruyó muros, sino también la confianza en un aparato gubernamental que tardó en reaccionar. “El pueblo se organizó antes que el gobierno”, repiten aún los testimonios de la época, recordando que fueron los ciudadanos quienes marcaron la diferencia en los rescates y en la exigencia de cambios estructurales.

De la tragedia emergieron lecciones. En los años posteriores, México reformó normas de construcción, fortaleció los sistemas de monitoreo sísmico y creó instituciones de protección civil con alcance nacional. Uno de los legados más visibles fue el establecimiento del Simulacro Nacional, que cada 19 de septiembre recuerda a la ciudadanía la importancia de estar preparada.

En su intervención, Pozos Castro subrayó que la memoria del 85 debe servir no sólo para llorar a los muertos, sino para honrar la vida. “Hoy recordamos a las víctimas, pero también reconocemos la resiliencia de la sociedad mexicana. Aquella tragedia nos enseñó que la prevención salva vidas y que la organización social es fundamental para enfrentar cualquier desastre”, señaló el funcionario.

Con el paso del tiempo, el 19 de septiembre se convirtió en una fecha cargada de simbolismo. No sólo evoca el terremoto de 1985, sino también el de 2017, que en el mismo día volvió a poner a prueba la capacidad de respuesta del país. La coincidencia de ambos sismos ha reforzado la conciencia colectiva sobre la vulnerabilidad geográfica de México y la necesidad de estar preparados.

El acto conmemorativo de este 2025 se suma a decenas de ceremonias realizadas en diferentes entidades del país. En la Ciudad de México, el gobierno capitalino llevó a cabo un homenaje en la Plaza de la Constitución, mientras que en Michoacán, epicentro del terremoto de 1985, se recordó a las víctimas con actos religiosos y civiles.

Especialistas en protección civil han insistido en que la mayor lección del 85 sigue vigente: la cultura de la prevención no es un acto simbólico de un día al año, sino una práctica constante. “Hemos avanzado, pero aún persisten riesgos: construcciones irregulares, corrupción en permisos de obra y la falsa idea de que la tragedia nunca volverá a repetirse”, advirtió un académico de la Universidad Veracruzana consultado para esta nota.

Testigos de aquella mañana también estuvieron presentes en la ceremonia en Xalapa. Algunos narraron que, a 40 años de distancia, la memoria sigue viva en sonidos, imágenes y silencios imposibles de olvidar. Una mujer que en 1985 vivía en la colonia Roma de la Ciudad de México, relató que todavía sueña con el estruendo del derrumbe: “Nunca olvidaré cómo se apagó el mundo en segundos”.

La conmemoración no sólo tiene un carácter histórico, también político. Recordar el terremoto de 1985 obliga a revisar los pendientes actuales en materia de infraestructura, vivienda y transparencia gubernamental. Pozos Castro reconoció que, a pesar de los avances, el reto es permanente: “No hay prevención suficiente si la ciudadanía y las autoridades no trabajan juntas. La memoria debe convertirse en acción”.

Al finalizar la ceremonia, los asistentes participaron en un simulacro de evacuación coordinado por la Secretaría de Protección Civil de Veracruz, con el objetivo de reforzar los protocolos ante un eventual desastre.

Cuatro décadas después, el terremoto de 1985 sigue siendo una herida abierta y, al mismo tiempo, una lección colectiva. Lo que ocurrió aquella mañana del 19 de septiembre no sólo cambió la fisonomía de la Ciudad de México, sino también la manera en que el país se entiende a sí mismo frente a la adversidad.

El recuerdo de los que murieron, la valentía de los que sobrevivieron y la solidaridad de los que ayudaron forman parte de una memoria nacional que no debe diluirse. Como recordó el subsecretario de Gobierno en Xalapa: “Olvidar sería repetir la tragedia; recordar es prevenir”.

Con información de Bitácoras Políticas.

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