noviembre 27, 2025

En Esta Hora

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MUERTOS VIVOS

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En política, algunos liderazgos se resisten a morir. La expresión “muertos vivos” cobra sentido cuando se observa la sombra encorvada que sigue proyectando el expresidente López Obrador sobre la silla ejecutiva de Palacio Nacional.

Se fue físicamente del poder, pero su legado, su memoria y, sobre todo, su influencia continúa respirando detrás del atril principal todas las mañanas.

La presidenta repite —como mantra aprendido— las pausas, los titubeos y los “eh, eh, eh” que caracterizaron al llamado “Caudillo del Sur”.

No es solo un estilo de comunicación; es un recordatorio diario de que quien habla no siempre es quien manda.

La figura del líder “retirado” aparece como un espectro que dicta líneas, regaña a sus fieles y trata de conservar el control de un movimiento que se presume transformador, pero que en realidad teme evolucionar sin su mesías tropical.

El problema no es únicamente la fobia de la mandataria a desmarcarse de la liturgia lopezobradorista, sino el costo histórico que puede acarrear esta dependencia.

Gobernar bajo instrucciones enviadas desde la comodidad del “retiro” en ese lugar polisémico y vulgar, es renunciar a ejercer el poder que le confirió el voto popular.

Y la historia, que no perdona a quienes llegan al cargo para servir a otro, la marcará de por vida.

El “pueblo sabio” —el mismo que fue seducido por la narrativa del cambio y la justicia social— puede un día exigir cuentas a quien prefirió ser vocera en vez de líder, réplica en lugar de original, tapete en sustitución de trono.

En esa sentencia inevitable, podría verse obligada a recuperar su apellido paterno, a volver a sus raíces personales para desligarse del fantasma que hoy le dicta cada palabra.

Porque los muertos vivos existen en la política mexicana. Son aquellos que gobernaron y se niegan a soltar, que ya no están, pero siguen teniendo dominio.

El verdadero reto de la presidenta es exorcizar esa presencia y asumir que, para construir su propio legado, primero debe enterrar al que insiste en seguir gobernando desde “ultratumba”.

“Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”, (expresión que a menudo se atribuye erróneamente a José Zorrilla en su obra Don Juan Tenorio) se usa para desmentir de forma sarcástica afirmaciones exageradas sobre la muerte o el fin de algo que en realidad sigue “vivito y coleando”.

Es el dilema que debe solucionar –con cierta urgencia– la señora presidenta.

Imagen de portada: NO FUE REAL// https://apnews.com/

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