Boston, MA. – En un enfrentamiento que revivió una de las rivalidades más icónicas de la NBA, los Boston Celtics lograron una ajustada victoria sobre los Los Angeles Lakers con un marcador final de 111-101 en el TD Garden. El partido, disputado este sábado por la noche, mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos hasta el último segundo, con ambos equipos ofreciendo un espectáculo de alto nivel digno de su histórica enemistad.
El juego comenzó con un arranque explosivo de los Lakers, quienes tomaron una ventaja temprana de 14-6 gracias a su capacidad para penetrar la pintura y castigar desde el perímetro. LeBron James, en su vigésima segunda temporada, mostró destellos de su grandeza habitual, liderando a su equipo con 28 puntos, 12 asistencias y 9 rebotes, quedándose a un paso de un triple-doble. Sin embargo, a pesar de un sólido desempeño colectivo, los angelinos no pudieron contener el poderío ofensivo de los Celtics en la recta final.
Por el lado de Boston, Jayson Tatum emergió como la figura del partido, anotando 40 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias, incluyendo una espectacular volcada a dos manos justo antes del descanso que dio a su equipo una ventaja de 58-54 al medio tiempo. Jaylen Brown complementó el esfuerzo con 26 puntos y una defensa clave en los minutos finales, limitando las opciones de los Lakers. La intensidad física de los “Jays” marcó la diferencia, especialmente ante un Luka Dončić que, aunque aportó 18 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, no logró encontrar su mejor ritmo frente a la presión de los locales.
El tercer cuarto fue un intercambio de golpes, con ambos equipos alternando el liderato en el marcador. Los Lakers llegaron a igualar el juego en 85-85 gracias a un triple de Austin Reaves, quien brilló con un manejo de balón exquisito y 15 puntos desde el banco. Sin embargo, en el último periodo, Boston ajustó su defensa y capitalizó errores clave de los Lakers, sellando la victoria con una racha de 10-2 en los últimos tres minutos.
Al finalizar el encuentro, los Celtics mejoraron su récord a 46-18, consolidándose como el segundo mejor equipo de la Conferencia Este, mientras que los Lakers, con 39-22, se mantienen como contendientes en el Oeste, aunque dejaron entrever la necesidad de mayor consistencia en juegos de alta presión como este.
“Fue un partidazo de baloncesto. Tatum estuvo superlativo y LeBron dio una exhibición, pero al final nuestra defensa marcó la diferencia”, comentó un aficionado en redes sociales, resumiendo el sentir de una noche que mantuvo viva la esencia de esta legendaria rivalidad.
De seguir con este ritmo, no es descartable que esta vieja rivalidad termine viviendo un episodio igual de emocionante en las finales de la NBA.
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