Veracruz tiene un gran rezago educativo, en tanto los funcionarios de ese ramo pelean abiertamente por cotos de poder y la gobernadora Rocío Nahle no mete orden.
Vamos entonces para otros cinco años con el analfabetismo reinando, protestas por falta de maestros, peculados en los tecnológicos, malos resultados en las evaluaciones, dinero volando de las tiendas escolares y una UPAV sin los resultados deseados.
Hace siete meses, el 24 de febrero, la Gobernadora advirtió que “tenemos escuelas donde no hay maestros” y que “somos el número uno en analfabetismo”.
La declaración se dio en el contexto de las protestas y toma de la sede de la Secretaría de Educación de Veracruz por parte de ocho sindicatos, luego de que la SEV empezó a querer enviar a las aulas a maestros comisionados.
Esos sindicatos eran de los chicos, de relativa reciente creación y fueron señalados de estar ligados al exsecretario de Educación, Zenyazen Escobar, quien semanas después logró imponer candidato a la alcaldía de Córdoba.
No pasó mucho tiempo, el 14 de abril, para que Rocío Nahle retomara el tema y fuera más clara al decir: Algo estamos haciendo mal. Hay maestros que cobran y nadie los ha visto.
Señaló que esto derivaba de un problema estructural profundo y que en algunos casos la falta de profesores en las escuelas no obedece a escasez de recursos, sino a una mala distribución del personal y a una administración deficiente del sistema educativo estatal.
Ante ello, informó que se trabajaba en reorganizar las plantillas docentes y que ella tenía reuniones semanales con directores de escuelas, lo que era oro molido para tomar decisiones concretas.
Se entendió que era una crítica severa al pasado gobierno, al de Cuitláhuac García y al extitular de la SEV.
Sin embargo, ya pasó todo un ciclo escolar a cargo de la nueva secretaria de Educación, Claudia Tello, y siguen las protestas por falta de maestros en las aulas.
Pero eso no es todo, aunque ya es bastante.
La secretaria (senadora con licencia) ha sido criticada por dejar buena parte de la operación de la SEV en manos de un asesor que solo generó líos.
Fue entonces que la Gobernadora le envió como cuña a David Agustín Jiménez, en el cargo de subsecretario de Educación Media y Superior, pero con eso solo consiguió enredar más el funcionamiento de la SEV.
Mientras tanto en la Secretaría de Educación ya han sido nombrados tres oficiales mayores, área encargada del dinero y manejo administrativo de la educación.
En el Colegio de Bachilleres (Cobaev) en un mismo día hubo tres directores, porque no le hacían caso ni a la Gobernadora para que hubiera un nuevo titular.
El rector de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), Sergio Torres, está peleadísimo con el subsecretario Jiménez, acusándolo de generarle problemas, sin importar que haya adeudos a los maestros que imparten clases en las escuelas de la UPAV.
Y en lo referente al analfabetismo, el Instituto Veracruzano de Educación para Adultos (IVEA) presume que la meta para este año es alfabetizar a 8 mil personas, siendo que el INEGI tiene el registro (censo 2020) de 517 mil analfabetas, más que en Chiapas y Oaxaca.
En la SEV, la secretaria Claudia Tello y el subsecretario David Agustín Jiménez tienen sus culpas, lo mismo que el rector de la UPAV Sergio Torres, igual que los encargados de las tiendas escolares que no han devuelto todo el dinero a las escuelas, o que quienes no han podido impedir que institutos tecnológicos año tras año sigan resultado con observaciones por mal manejo de los dineros.
Todo eso abona a que siga el rezago educativo, pero a final de cuentas la responsabilidad recae en la Gobernadora, quien por un motivo desconocido no mete en orden a quienes ella nombró y sabe que le están fallando
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