El medio de comunicación Eme Equis reveló recientemente la existencia en su declaración patrimonial, de una residencia en Tepoztlán, Morelos, propiedad del senador Gerardo Fernández Noroña, quien ostenta la presidencia de la Mesa Directiva del Senado hasta el 31 de agosto.
La propiedad, construida sobre un terreno de 1,200 metros cuadrados, tiene un valor estimado en 12 millones de pesos. El senador Fernández Noroña ha declarado públicamente que la adquirió a través de un crédito hipotecario, asegurando que los pagos se cubren con sus ingresos como legislador y las ganancias de su canal de YouTube.
La polémica no se centra en la legitimidad de la compra o la capacidad de pago del senador, sino en la magnitud de la propiedad y el hecho de que él mismo haya mostrado detalladamente el interior, incluyendo aposentos, jardines y mobiliario.
Para contextualizar el importe de la adquisición, se puede aplicar el criterio de las entidades financieras en México para un crédito hipotecario. Generalmente, el pago mensual de la hipoteca no debe superar entre el 30% y el 40% del ingreso mensual neto del solicitante.
Considerando una propiedad de 12 millones de pesos, un financiamiento del 80% (9.6 millones de pesos) y un plazo de 20 años con una tasa de interés anual de entre 10% y 12%, la mensualidad podría ascender a unos 110,000 pesos. Con base en el criterio del 30% de los ingresos, el solicitante debería demostrar ingresos mensuales superiores a los 330,000 pesos.
¿Cuántos mexicanos podrían cumplir con este requisito? ¿Usted podría?
Nadie se opone a la propiedad privada ni a la libertad de adquirir bienes al precio que se desee, pero lo que resulta incongruente es el discurso de austeridad para los demás, mientras que, para sí mismos, la vara no se mide de la misma manera.
¿Usted qué opina?
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