Hermana siamesa de la corrupción es la impunidad, si en México se aplicara la ley en su estricto sentido y al margen de contubernios políticos ni duda cabe que los índices de la corrupción ya hubieran descendido a su mínima expresión, pero ese fenómeno no encuentra cabida en nuestro país donde la justicia se politiza con escandalosa frecuencia. Esa circunstancia es alarmante, más aun cuando en un portal de información electrónica leemos la tronante catilinaria de la gobernadora Rocío Nahle contra el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Maynez a quien “conoce desde hace mucho tiempo” y califica de “simulador”, por algo será. Pero ese desencuentro retórico es peccata minuta al lado de la afirmativa de la mandataria respecto a los vínculos delincuenciales de ciertos candidatos de Movimiento Ciudadano a alcaldías veracruzanas que resultaron mayoritariamente votados.
Fue directa la alusión de la mandataria estatal para señalar su dicho al aseverar que los candidatos de Movimiento Ciudadano a las alcaldías de Nanchital, Las Choapas y Tihuatlán guardan presuntos vínculos con la delincuencia organizada y respaldó su dicho citando antecedentes procesales de esos personajes. Aunque en realidad la gobernadora no dijo nada que no sea del conocimiento de las respectivas poblaciones arriba señaladas, desconcierta que no se haya realizado ninguna acción preventiva para impedir que dichos “perfiles” participaran como candidatos a un cargo de elección popular para así evitarle a los ciudadanos ser objeto de las presiones en busca de su voto. Dice la gobernadora estar preparada para no caer en provocaciones, su experiencia lo avala, sin embargo, incurre en señalamientos de mucha trascendencia, porque si en su carácter de gobernadora no alertó a la Fiscalía de lo que ahora revela, pese a conocimiento de causa, dejaría en la indefensión a los habitantes de los municipios en comento si nada se hace para evitarlo. Esperamos que sí, y que la revelación de la gobernadora sea un aviso de acciones de profilaxis delincuencial. Si Maynez es un simulador, es asunto de la narrativa política, pero si un sospechoso de tener vínculos delincuenciales asume el poder político de un municipio y se le permite el ejercicio del poder, entonces la impunidad sienta sus reales y el Estado de Derecho habrá pasado a segundos términos.
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