Todos conocemos el refrán de los abuelos: “Vale más prevenir que lamentar”.
El fracaso de las pasadas administraciones se debe en gran medida, a la falta de mecanismos eficaces para la prevención de delitos, actos de corrupción y abusos de autoridad. Es a toro pasado cuando revisan y sancionan estas conductas.
Pero no es difícil identificar anticipadamente los actos de corrupción y abuso, más bien no los quieren resolver. Así de simple.
Por ejemplo, si usted tiene una tienda de abarrotes y la cuenta del día no le cuadra, en ese momento hace inventario, verifica, descubre el problema y toma decisiones, no se espera a que pasen más días. O si es padre o madre de familia y ve que su hijo no va bien en la escuela, indaga por qué y toma medidas inmediatas.
Es tan grande el problema de dejar hacer y dejar pasar en nuestro país, que la Presidenta Claudia Sheinbaum ha transformado a la Secretaría de la Función Pública en la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno, que se nutre de los Sistemas Nacional y Estatales Anticorrupción. Hay toda una estructura política y administrativa para evitar y acabar con el cáncer de la corrupción y la impunidad.
Pero a pesar de esto, el mal sigue vivo. Y lo peor es que reaccionan ante los actos de corrupción o abuso de poder solo hasta que son revelados en los medios de comunicación.
En días pasados un funcionario del gobierno federal utilizó recursos públicos para reservar y usar como salón de bodas al Museo Nacional de Arte, MUNAL, y no habría sucedido nada si no es hasta que el periodista Claudio Ochoa lo destapa. El funcionario recién casado tuvo que renunciar y de paso embarró a la actual Secretaria del Medio Ambiente, Martha Bárcenas, antes Canciller, al grado que ya están pidiendo su cese.
Aquí en Veracruz, una de las mayores denuncias de corrupción eran las famosas grúas de arrastre, usadas para retirar automóviles supuestamente infractores, donde para “sacar tu auto del corralón”, debía pagarles entre 750 hasta 13 mil pesos, además pagar tu multa al Estado, que es por mucho era menor al pago del arrastre.
Por eso, una de las acciones contra la corrupción y que ha sido bien recibida, es la cancelación de estos arrastres de las grúas privadas a diestra y siniestra y ya solo serán mediante solicitud y registro oficial vía el C4 estatal.
El catálogo de actos corruptos del Sistema Estatal Anticorrupción incluye los desvíos de dinero con empresas fantasmas, obras declaradas como terminadas pero inconclusas y a sobre precio, las ventas de bienes y servicios al doble o triple de su valor así como compras simuladas y amañadas, incluidas la de medicamentos apócrifos, entre otras faunas nocivas. Pero en corto, la corrupción están las “mordidas” en las ventanillas de atención ciudadana para agilizar trámites.
El portal Hora Cero publicó un interesante análisis sobre la corrupción en Veracruz.
En el marco del Día Internacional contra la Corrupción, el INEGI reportó un incremento en los últimos años, pasando del 9.2 % en 2013 al 13.7 % en 2023, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG); los trámites municipales y aquellos relacionados con el registro de propiedades son los que presentan mayor incidencia de corrupción.
Pero lo más delicado son los motivos para la no denuncia: un 29.5% de las víctimas considera que denunciar es inútil, mientras que el 18.5% lo ve como una pérdida de tiempo.
Este es el tamaño del reto que tienen las nuevas autoridades de México y de Veracruz es inmenso.
Si de verdad se va a ir a fondo, la sociedad estará a su lado. Pero si no, también para denunciarlo. O pregúntele al recién casado y cesado.
¿Usted qué opina?
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