junio 14, 2025

En Esta Hora

Porque la noticia… no puede esperar

El respeto es una vía de ida y vuelta

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La realidad es que en campañas electorales, en busca del voto popular, todos los candidatos o casi todos, dicen y prometen lo que el pueblo quiere oír, lanzar consignas que serán recibidas con beneplácito, aparentan ser simpáticos, amables, sencillos, muestran empatía ante los problemas y demandas planteadas, todos buscan el aplauso fácil sin importar que muchas de las promesas no se cumplirán y no tienen interés alguno en cumplirlas, eso suele pasar en toda campaña electoral.

Lo cierto es que al llegar al gobierno, – federal, estatal o municipal – la realidad social y económica golpea en la cara a aquellos que en las plazas públicas decían y prometían lo que el pueblo bueno quería oír, sentados en la silla del poder, todos tienen que hacer cuentas sobre los recursos públicos con lo que se cuenta y conciliar con todos los factores de poder que se involucran en las tomas de decisiones que se llevarán a  cabo, ya no se trata de ser Miss Simpatías o Señor Simpatías, se trata de gobernar buscando impulsar el desarrollo de todos los sectores de la población, se afectarán algunos intereses pero hay que tomar decisiones pensando en lo mejor para el municipio, el Estado o en país, ¿la popularidad interior es fortaleza exterior?

Siempre el Titular del Poder Ejecutivo Federal busca tener una amplia aceptación social, le apuesta que esa aceptación popular se conviertan en votos para su partido político en los procesos electorales y tener mayores márgenes de gobernabilidad, sin embargo, para llevar buenas relaciones diplomáticas con otros países no basta la popularidad interior, entran en acción otros factores muchos de los cuales están fuera de la influencia del poder presidencial y lo que está sucediendo en Estados Unidos con las acciones de gobierno de Donald Trump es una prueba de ello, ¿llenando el zócalo con simpatizantes influye en las decisiones del gobierno de Estados Unidos? ¿Publicando cartas de apoyo institucional a favor de la presidenta hará cambiar de opinión a Trump? ¿Y si todos cantamos el himno nacional en las plazas públicas se llevara cabo una reforma migratoria integral en Estados Unidos?

Defender la soberanía nacional tiene un limite, el límite es el respeto a la soberanía de todos los países, respetar para que México sea respetado, los mexicanos que se encuentran en el extranjero – de manera especial en Estados Unidos – deben cumplir las leyes del país donde viven – igualito como lo harían en el país -, deben recibir todo el apoyo diplomático del gobierno de México y sobre todas las cosas, tienen derechos humanos que deben ser respetados más allá de su situación migratoria, no son con burlas como las que hizo el presidente del Senado ni tampoco con ofensas como la que hizo una consejera de Morena de Jalisco ni tampoco llamando a la movilización para manifestarse en contra de una acción de gobierno con la que no se esté de acuerdo, es tarea del gobierno buscar y aplicar los mecanismos legales en defensa de los paisanos que se encuentran en el extranjero, las protestas violentas tal vez tengan éxito en México pero en otro país, es difícil ganar una batalla y menos con un presidente como Donald Trump, ávido de aceptación popular, hay una diferencia entre los mandatarios de ambos países: la presidenta busca el respaldo popular del pueblo que vive en México y el que vive en Estados Unidos, el presidente Trump solo le interesa el respaldo popular del ciudadano norteamericano que vive en Estados Unidos.

La presidenta Claudia Sheimbaun Pardo tiene que revisar el trabajo de su equipo diplomático pero también de las acciones de algunos integrantes aliados del poder legislativo, cerrar filas alrededor de ella no es simplemente sacar una carta pública de respaldo o hacer alguna declaración al respecto, en estos tiempos se requiere la unidad nacional pero el respeto debe iniciar en casa, esto es, el respeto del poder político con todos los sectores sociales del país, no solo los aliados deben ser llamados a sentarse en la mesa de diálogo, todas la fuerzas políticas representan a un sector de la población, no se trata si es mucha o es poca, se trata que en este barco llamado México…vamos todos.

P.D.- Con el ánimo que el llamado a la unidad nacional con la Presidenta inicie con la unidad nacional de su partido político con ella…Escribiré otro día.

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