En los años 90, cuando la escena musical del grunge estadounidense imponía su melancolía al mundo y el pop comercial dominaba la radio, una contracorriente musical se alzó desde el Reino Unido para recuperar el orgullo, las guitarras y la identidad británica: el britpop. Más que un género, fue un movimiento cultural que mezcló música, moda, rivalidades mediáticas y actitud, convirtiéndose en un fenómeno que definió a una generación.
Hoy, más de 25 años después de su auge, el britpop vive un revival global, impulsado por la nostalgia, el poder de sus himnos… y el regreso que parecía imposible: Oasis ha vuelto.
Oasis Live ’25: una reunión histórica
Después de 16 años de tensiones, declaraciones cruzadas y rumores constantes, los hermanos Gallagher se han reconciliado (al menos lo suficiente) para emprender la gira mundial “Oasis Live ’25”. El tour arranca el 4 de julio en el Principality Stadium de Cardiff, Gales, y visitará Reino Unido, Irlanda, América del Norte, México, Asia, Australia y Sudamérica, concluyendo el 23 de noviembre en São Paulo, Brasil.
La gira coincidirá con el 30 aniversario del álbum “(What’s the Story) Morning Glory?”, que convirtió a Oasis en leyenda viva con himnos como “Wonderwall”, “Don’t Look Back in Anger” o “Champagne Supernova”. Las entradas en Reino Unido se agotaron en minutos, lo que llevó a agregar fechas adicionales en Londres, Manchester y Edimburgo.
Durante los ensayos secretos en Londres, ya se ha confirmado que canciones como “Cigarettes & Alcohol” estarán presentes en el setlist. La expectación es tan alta que muchos medios hablan del regreso musical más esperado del siglo XXI.
Los pilares del britpop
Pero el britpop fue mucho más que Oasis. Blur, con Damon Albarn al frente, ofrecía una mirada más artística y ecléctica. Su disco “Parklife” retrataba la vida urbana británica con sátira e inteligencia, representando la cara sur del Reino Unido frente al norte rebelde de los Gallagher.
Pulp, liderados por Jarvis Cocker, añadieron dramatismo, sexualidad e ironía social. “Common People” sigue siendo una crítica atemporal a las clases privilegiadas que romantizan la pobreza.
Suede, por su parte, fue pionero del movimiento, mezclando glam rock con decadencia urbana. Su estética andrógina y su sonido oscuro anticiparon el espíritu del britpop antes de que tuviera nombre.
Y, por supuesto, The Stone Roses, cuya fusión de psicodelia, pop y cultura rave desde Manchester a finales de los 80, pavimentó el camino para todos los que vinieron después. Aunque no siempre se les incluye en el britpop por cuestiones cronológicas, su influencia fue tan profunda que muchos los consideran los padres espirituales del movimiento.
Richard Ashcroft y Robbie Williams: dos caras del fenómeno
Richard Ashcroft, exlíder de The Verve, también ha retomado con fuerza los escenarios. “Bitter Sweet Symphony”, su épico himno de cuerdas y desilusión noventera, ha cobrado nueva vida tras la reciente liberación de sus derechos legales, y su figura se mantiene como uno de los iconos más sinceros y poderosos de aquella generación.
Por su parte, Robbie Williams, aunque no fue britpopero en sentido estricto, compartió la escena, las cámaras y el espíritu provocador del momento. Su paso de Take That al estrellato solista con temas como “Millennium”, “Let Me Entertain You” y “Angels”, lo posicionó como el gran showman del pop británico. Su cercanía inicial con los Gallagher (amistades, peleas, desafíos públicos) lo colocaron siempre en el entorno inmediato del britpop, aunque su música fuera más cercana al pop rock tradicional.
Más que nostalgia
Este regreso del britpop no es solo un capricho nostálgico. Es una búsqueda de identidad, autenticidad y conexión en un mundo saturado de estímulos rápidos y contenidos efímeros. Los fans que crecieron con estos himnos hoy los comparten con sus hijos, y nuevas generaciones descubren en estas canciones una emoción y una contundencia que no ha perdido vigencia.
Con la gira Oasis Live ’25 a la vuelta de la esquina, los estadios llenos para Blur, y artistas como Ashcroft o Suede reapareciendo en festivales, el britpop ha vuelto para recordarnos que no todo tiempo pasado fue mejor… pero sí tuvo mejor música.
Porque si algo dejó claro esa generación fue que “you and I are gonna live forever”.
Historias similares
Gobernadora Nahle anuncia plan de infraestructura para el sur de Veracruz
Cada mexicano debe ser un constructor de justicia y paz: Arquidiócesis de Xalapa
El Frente Nacional de Mujeres le corrige la plana a Monreal, sobre la Violencia Vicaria