Por la secuencia de bloqueos carreteros la república da imagen de estar estrangulada porque cientos de miles de mexicanos sufren las consecuencias en perdida de tiempo, dinero y oportunidades. Se trata de la manifestación de un sector importante en la cadena de producción, porque sin el transporte simplemente la economía no camina, pero sus propietarios y operadores, al igual que millones de mexicanos, sufren el tremendo azote de la inseguridad y la extorsión, dar fin a ese mal ha sido su planteamiento desde tiempo atrás. Sin embargo, una y otra vez, se les viene prometiendo la atención a sus exigencias, sin que en realidad haya señales efectivas de que así sea. De allí la decisión de efectuar el bloqueo como medida de presión para que el gobierno intervenga con acciones manifiestas. La encargada de atender este asunto es la secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien de entrada argumenta que no hay motivos para las movilizaciones porque “existe diálogo abierto y permanente”.
No queda allí el evasivo argumento de la funcionaria, porque intenta imputar a partidos políticos de oposición el motor de ese movimiento, tesis absurda porque contrasta con aquello de que la “oposición está moralmente derrotada” y en esas condiciones su debilitada fuerza política no alcanzaría para una convocatoria tan gigantesca. Avala esa percepción el diputado Ricardo Monreal, a quien no escapan las dimensiones de esa movilización, ni la importancia del sector que la promueve, ni mucho menos el riesgo de que escale y salga del control de las autoridades. Dice Monreal: “yo soy de la idea de que hay motivaciones y hay demandas de parte de los autotransportistas que no podemos desoír y que hay que atender”, a la vez de ofrecer sus buenos oficios como mediador en el conflicto. He allí dos visiones diferentes: la de una funcionaria con tendencia autoritaria para resolver un conflicto social sin medir las consecuencias, y la de un político de muy añeja experiencia que avizora el riesgo de escalamiento del problema, que en vez de atenderse como es debido, se deja pendiente y acumula con otros que inevitablemente volverán a surgir con mayor fuerza en tiempos cercanos a un compromiso internacional como lo es el mundial de futbol. La presidenta Sheinbaum puede ser la mujer más poderosa de México, pero para confirmarlo en los hechos requiere de colaboradores@ que resuelvan los problemas.
Historias similares
La prima incómoda
El Profe Esteban y Naomi le llevan a Rocío la cabeza de la Fiscal
Los caminos Saca Cosechas de la caña de azúcar para zafra 2025- 2026