El bienestar como carnada electoral

Que en México aumentó de tamaño el sector poblacional correspondiente a la clase media, presume el gobierno mexicano. El parámetro para formar parte de la clase media mexicana se fija en un ingreso diario de 17 dólares, aproximadamente 340 pesos. Con el aumento al salario mínimo y los programas sociales implementados por el gobierno acceder a esa suma ha sido posible para muchas familias mexicanas. Esa es una verdad objetiva y debe reconocerse. Sin embargo, siempre habrá un, pero, en este caso con la interrogante ¿En lo sucesivo cómo le hará el gobierno para mantener en vilo sus programas sociales si la economía mexicana sigue sin crecer y el presupuesto federal se agota en los programas sociales? Porque la presidenta acaba de informar de un aumento en los recursos destinados a transferencias directas, que pasarán de 845 mil millones de pesos a 1 billón. Además, se ampliará el padrón de beneficiarios a nuevos programas. Está por demás insistir en que el presupuesto federal se nutre de la aportación fiscal de quienes pagan impuestos, que no es ilimitada y no crecerá en igual medida del gasto público. Mientras tanto las carreteras del país permanecerán en el estado en que se encuentran y avanzará su deterioro, aumentará el subsidio para mantener el Tren Maya, el AIFA y los sistemas ferroviarios que vayan incorporándose. A la par, habrá menor presupuesto para el sector salud, seguridad pública, educación, etc.

Ya no existe el CONEVAL, la institución que servía al gobierno diagnosticando el funcionamiento y los resultados de los programas sociales, ahora ¿cómo le hará el gobierno para saber si sus programas sociales funcionan con eficiencia y eficacia? Dichos programas no son pocos: Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores; Pensión para Personas con Discapacidad Permanente; Becas Benito Juárez (educación básica, media superior y superior); Jóvenes Construyendo el Futuro, los ninis; Sembrando Vida; la Escuela es Nuestra; Programa de Producción para el Bienestar: Precios de Garantía; Banco del Bienestar; Universidades para el Bienestar; Internet para el Bienestar. Aunque sin su autonomía, el INEGI hace ahora las funciones del CONEVAL, pero sin duda, el gobierno está en la lógica de que la mejor evaluación de sus programas sociales la dará el resultado electoral de 2027.