Orizaba, Ver. — En el marco del 25 aniversario de la fundación de la Diócesis de Orizaba, el nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri, participó este jueves en una conferencia titulada “Diálogo entre evangelización y cultura: retos y horizontes”, la cual se llevó a cabo en el Teatro Ignacio de la Llave, con la presencia de fieles, sacerdotes y obispos provenientes de diversas diócesis del país.
La visita del representante del Papa forma parte de los actos conmemorativos por el cierre del Año Jubilar de la Iglesia Particular de Orizaba.
Spiteri también presidirá este 14 de junio la Eucaristía de acción de gracias que se celebrará a las 11:00 horas en la Catedral de San Miguel Arcángel.
A la conferencia asistieron autoridades municipales como la síndica Michelle Fragoso Martínez, en representación del alcalde Juan Manuel Diez Francos, así como el presidente municipal electo Hugo Chahín Kuri y su esposa Lizzette Bojalil Simón.
También estuvieron presentes el Arzobispo de Xalapa, Monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, y otros líderes religiosos como Salvador González (obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México), Julio César Salcedo (obispo de Tlaxcala), Domingo Díaz Martínez (arzobispo emérito de Tulancingo), Eduardo Carmona (obispo de Córdoba), Rutilo Muñoz (obispo de Coatzacoalcos), además de sacerdotes de la diócesis local.
Durante la semana, fieles de las parroquias pertenecientes a los siete decanatos de la diócesis realizaron peregrinaciones hacia la catedral para participar en la misa de clausura del Jubileo. En estas celebraciones presentaron ofrendas y reflexionaron sobre su caminar como comunidad eclesial, conforme a la Carta Pastoral del obispo Cervantes Merino.
En dicho documento, el prelado invitó a mirar el pasado con gratitud, a pedir perdón por las faltas y a asumir con esperanza los nuevos retos de la misión evangelizadora. “El Jubileo constituye una ocasión privilegiada para valorar el pasado con sus raíces y riqueza humana y espiritual”, expresó.
La Diócesis de Orizaba fue erigida en 1998 y desde entonces ha trabajado en la formación de comunidades cristianas activas, comprometidas y en salida, según el espíritu del Evangelio.
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