En estos tiempos tan de empoderamiento y discurso de equidad, –donde cada día nos remachacan que es “Tiempo de Mujeres”–, ya no sé qué tan políticamente correcto sea comentar que este domingo se celebra el Día del Padre porque mientras en lo mediático se eleva el matriarcado como estandarte, en lo comercial se intenta desesperadamente levantar las ventas con el gancho paternal… y francamente, no hay gancho que jale como el 10 de mayo en nuestro México lindo y querido.
En pocas palabras, a los padres no les va tan padre como a las madres, que les va de poca madre!
Porque no me diga usted Señor Padre de familia que recibe un mejor regalo que la Señora. A lo mucho un perfumito genérico, una comida con descuento o esa camisita de oferta con etiqueta de “Papá Luchón”; o ese clásico: “Eres mi héroe”; o de chavorruco: “Yo soy tu padre”, que uno agradece con sonrisa falsa y ticket en mano porque hasta nos dan la gracia de que si no nos gusta, tenemos chance de cambio.
Pero le aseguro que esos obsequios son como cuando vemos a un político estrenando camioneta, casa, yate… en realidad lo que vemos son nuestros impuestos trabajando… y en el caso de los regalos paternales, son un recordatorio de que lo que uno recibe es cortesía del propio sudor, envuelto con moño, claro está.
Pero no se agüiten! Vean el lado positivo… en lo político, si bien hay una mujer en la presidencia; y en Veracruz, otra en la Gubernatura, podemos decir que tenemos ¡Patronas!
Y de cierto modo, cuántos de nuestros candidatos se parecen a muchos padres de hoy en día… de ésos que un día llegan, te prometen el sol y las estrellas… y luego: ¡desaparecen! Y ni siquiera una nota: “Voy por los cigarros!”
Cómo olvidar a ésos que durante la campaña, se acercan a los jóvenes con ese tono paternal y condescendiente: “Hijo, tú eres el futuro…” Y apenas pasa la elección, ¡hijos sí, pero abandonados! ¡Los dejaron más huérfanos que un cachito de Lotería!
Antes, decir Papá marcaba una hegemonía sobre todo y todos… por ejemplo, el PRI era el papá de todos los partidos (por poder, por clientela y por ADN)… pero ahora con Morena, en una de ésas, ya estamos hablando de la Mamá de los Políticos…
De cierto modo, hay políticos que se sienten tan “Papacitos”, que buscan heredar el poder y el apellido como si la boleta fuera testamento y la Silla o la Curul, patrimonio familiar! Sí, sé que muchos nombres y caras le vinieron a la mente… pero yo no me Andy con rodeos!

Por cierto, en Morena, por ser un partido relativamente nuevo, sólo podemos hablar de un Gran Padre: Andrés Manuel… muy diferente al PRI o al PAN que se tomaron décadas para generar dinastías… vamos, hasta el extinto PRD que de tanta paternidad terminó por parir una camada de hijos pródigos, bastardos y renegados cada uno fundando su propio changarro. La diferencia con Morena y éstos, es que los segundos se tardaron años en crearlos… en el primero, en menos de un sexenio.

Es más, el PRI fue semillero de grandes padres de la política, como Jesús Reyes Heroles o Porfirio Muñoz Ledo (antes de que se volviera abuelo sabio del sistema entero); en el PAN, Manuel Gómez Morin, Carlos Castillo Peraza entre otros.

Y el PRD… bueno, tuvo a Cuauhtémoc Cárdenas, el Hijo del Tata, pero tratado como Padre Fundador. Porque en la política mexicana, hay hijos que heredan apellido… y otros que les toca Padrastro.

Así que este Día del Padre, brindemos por esos hombres que no solo dan la cara por sus hijos, sino también hasta por los hijos de los otros, de ésos que se fueron por los cigarros!
Y recuerde: los buenos padres no abandonan a sus hijos… pero los malos políticos, abandonan hasta a su partido y eso es no tener madre!
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