septiembre 10, 2025

En Esta Hora

Porque la noticia… no puede esperar

Cubren al ex secretario de marina

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Ayer domingo, unas horas antes de la conferencia de prensa que conjuntamente dieron el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, el diario Reforma publicó que la FGR investigaba el asesinato del Contralmirante Fernando Rubén Guerrero Alcántar, ex director general de Recaudación de Aduanas, quien coincidentemente fue asesinado el 8 de noviembre de 2024 en Manzanillo, Colima, casi un mes después de que denunciara –por encabezar una mafia delictiva en puertos y aduanas– a los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, Vicealmirante y Contralmirante, respectivamente, y sobrinos políticos del Almirante xalapeño Rafael Ojeda, quien fue titular de la Secretaría de Marina en el sexenio del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con base en la órdenes de aprehensión solicitadas por la Fiscalía federal, el diario capitalino señaló que previamente, en octubre de ese mismo año, también había sido asesinada Magaly Janet Nava Ramos, Auxiliar “B” en la Delegación de la FGR en Colima, cuyo crimen se presumía que estaba relacionado con el del Contralmirante, pues tanto Nava como Guerrero Alcántar fueron ejecutados con pistolas Águila calibre 9 milímetros Luger, por dos sicarios en motocicleta que contaron con la misma complicidad de sujetos a bordo de un automóvil.

Según publicó este domingo el diario Reforma, el Contralmirante Guerrero había redactado una carta dirigida al Secretario Ojeda para denunciar, entre otras cosas, que su sobrino político Roberto Farías, a través de los capitanes Miguel Ángel Solano Ruiz y Climaco Aldape Utrera, incidía en las designaciones de marinos en las distintas aduanas para mantener operaciones delictivas. 

En la indagatoria se señala que el escrito fue hallado en la oficina de Guerrero en la 22 Zona Naval en Puerto Madero, Chiapas, su última adscripción en vida. Con el cambio de sexenio, a Guerrero le instruyeron presentarse el 10 de octubre con el nuevo secretario, Raymundo Morales, aparentemente en respuesta a su misiva.

Días después, el Contralmirante tomó una licencia del 6 al 8 de noviembre, para atender asuntos personales, y vacaciones del 9 al 25 de ese mes. Guerrero proporcionó a la Marina los lugares exactos de su estancia en Manzanillo y Mazatlán, de acuerdo con la indagatoria de la FGR.

“Al mantener una relación estrecha con personas de la Semar, se puede inferir que los actores materiales (del homicidio) pudieran ser personal de esta dependencia o allegados a ellos”, consigna la FGR en su solicitud de orden de aprehensión, según cita el diario Reforma.

“Fernando Rubén Guerrero Alcántar fue asesinado el 8 de noviembre de 2024 en Manzanillo, Colima, infiriéndose una relación directa de su homicidio con la reunión del 10 de octubre de 2024, a las 13:00 horas, en las Oficinas del C. Almirante Secretario, posiblemente por la denuncia realizada sobre las personas involucradas que refiere en su manuscrito en una red de corrupción en las aduanas.

“Se infiere que destacó que en todo momento Fernando Rubén Guerrero Alcántar informó con exactitud donde sería su estancia, llamando la atención que los únicos que lo sabían era personal de la Marina”.

Los homicidios son parte central de la indagatoria de la FGR contra el Vicealmirante Manuel Roberto Farías y su hermano, el Contralmirante Fernando Farías, acusados de encabezar una red de huachicol fiscal. El primero fue detenido el pasado 2 de septiembre y se encuentra preso en el Penal del Altiplano, y el segundo está prófugo. En distintos operativos fueron detenidos también otros cinco oficiales de la Marina y cinco funcionarios de Aduanas. Uno de ellos es Francisco Javier Antonio Martínez, ex gerente de Administración y Finanzas de la ASIPONA en Tampico.

El columnista Raymundo Riva Palacio publicó en febrero de 2024 un texto titulado “Los tormentos del almirante”, en el que comentaba que el Almirante secretario de la Marina, Rafael Ojeda, a escasos siete meses del cambio de Gobierno, “ya se embarcó en la preparación de su sucesión, porque es crucial, para él, que quien quede al frente de la institución sea un incondicional. No parece haber otro camino, al tener varios frentes abiertos que pudieran causarle dolores de cabeza y penurias transexenales, porque no ha sido cuidadoso ni en lo personal y ni en lo político”.

Según Riva Palacio, su favorito para sucederlo era el subsecretario José Luis Arellano. Pero Ojeda sabía, por carne propia, que las recomendaciones del titular pueden ser ignoradas por el Presidente, como lo había hecho Andrés Manuel López Obrador en su caso. Frente a ello, lo que hizo fue neutralizar a dos prospectos podrían sustituirlo y a los cuales maltrató y persiguió políticamente durante su gestión. Uno era el almirante José Luis Vergara, muy cercano al exsecretario Soberón, y que era la primera opción para ser nombrado secretario de la Marina, aunque AMLO rechazó la propuesta. El otro era el almirante Marco Antonio Ortega Siu, el jefe de la Unidad de Fuerzas Especiales que persiguió y capturó a Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2015. A Vergara lo envió como agregado naval a la India y a Ortega Siu lo investigó a través de la Unidad de Inteligencia Naval, mediante la intercepción ilegal de sus comunicaciones electrónicas, junto con elementos de la FGR por una presunta desaparición forzada en Guanajuato en 2018.

Ninguno de ellos llegó. El designado por Sheinbaum el 6 de septiembre de 2024 fue sorpresivamente el oaxaqueño Raymundo Pedro Morales Ángeles, quien, el año anterior, en enero de 2023, fue nombrado por López Obrador director general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, y luego, el 20 de noviembre, fue ascendido al grado de Almirante. 

La situación de Ojeda parecía complicada. Y no se descartaba que fuese el primer ex secretario de Estado del régimen obradorista que pudiera parar en prisión. Y es que en la sucesión presidencial cometió el error de haber apostado por el ex canciller Marcelo Ebrard para la candidatura de Morena. Su apoyo no sólo fue político sino también de recursos. Ojeda y Ebrard son más que amigos, y el Almirante xalapeño le tiene un particular agradecimiento, al haber sido él quien lo recomendó con López Obrador para ser el titular de la Marina, pese a la opinión contraria del exsecretario Vidal Soberón.

Los apoyos a Ebrard durante la contienda interna de Morena por la candidatura presidencial llegaron a través de Octavio Pérez, un ingeniero naval sinaloense retirado que incursionó en el negocio del gas y entró también a realizarlos en Aduanas y Puertos, que tiene bajo su control la Marina desde mediados de 2020. “El activismo político de Ebrard, respaldado desde la oficina del secretario de la Marina, para desgracia de Ojeda, fue conocido por la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, dijeron personas que forman parte de su equipo de campaña”, publicó Riva Palacio, quien además apunta que “el problema del secretario no se circunscribe a la mala disposición que tendría Sheinbaum hacia él, una vez que ganara las elecciones, únicamente por su activismo a favor de Ebrard, sino que la posibilidad de que se le inicien carpetas de investigación por presuntos actos de corrupción, es amplia”.

Y desde entonces ya lo exhibía: “La presunta corrupción en torno al secretario Ojeda se ha denunciado en la prensa desde hace más de dos años, enfocada en sus sobrinos políticos por supuestos negocios en la Marina, Aduanas y Puertos, lo que sería irregular en sí mismo, a lo que se le suma que son parte de la institución, lo que significa un conflicto de interés. Los dos sobrinos denunciados son los vicealmirantes Fernando y Manuel Roberto Farías Laguna –este último recién nombrado jefe de las 12ª Zona Naval en Puerto Vallarta–, hijos de su cuñada, que tienen una gran ascendencia con su tía, la esposa del secretario, quien en los últimos cinco años ha generado un muy mal ambiente en torno a su persona por la forma como se comporta”.

Ayer, sin embargo, tanto García Harfuch, titular de la SSPC, como el fiscal Gertz Manero cubrieron al ex secretario obradorista de Marina.

“Él nos pidió que investigáramos a todas las personas que dentro de la Armada de México podrían estar vinculadas con esos delitos, no nos señaló si eran parientes. No hizo ninguna distinción ni se generó ningún tipo de protección a favor de nadie”, declaró el titular de la FGR.

El Fiscal sostuvo que Ojeda acudió ante las autoridades para informarles de los “problemas que tenía en varias áreas de la institución”.

La FGR, aseguró Gertz, comenzó a integrar la carpeta de investigación con pruebas que aportó Ojeda y en la que colaboraron la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Procuraduría Fiscal para dar con las conductas que son ajenas a la Secretaría de Estado.

“La investigación fue avanzando a través del tiempo y con la ayuda fundamentalmente de las áreas de hacendarias y hablo de la UIF, del SAT y de la Procuraduría Fiscal, fuimos obteniendo una cantidad enorme de información sobre conductas que trascendían la función propiamente de la institución para ir a actividades de personas individuales que estaban involucradas en presuntos delitos”, abundó.

Tanto el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, García Harfuch, como el Almirante Raymundo Pedro Morales, titular de la Secretaría que hoy está en medio de la investigación criminal, y el fiscal Gertz Manero respaldaron a Ojeda, deslindaron a la Semar del actuar de unos cuantos y aseguraron que no tendrán ninguna consideración con los implicados.

“Primero que nada reconocemos el trabajo coordinado y permanente, por muchos años de la Secretaría de Marina que ha desempeñado un papel fundamental en la seguridad de nuestra nación y aprovecho también para destacar la labor importante que desempeñó el Almirante Rafael Ojeda durante su gestión, quien hizo un extraordinario trabajo para fortalecer a esa institución. El actuar aislado de unos cuantos no representa el actuar de esta honorable institución”, afirmó García Harfuch.

Y tan, tan. Este cuento se acabó 

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