agosto 7, 2025

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Amanecer mundial… Del escritorio del Pas Miguel Blanco de Maranatha Costa de Oro

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Y dijo Dios: «¡Que haya luz!». Y hubo luz. – Génesis 1:3 (RVC)

En 1965 era piloto de la Marina de los EE. UU. y servía a bordo de un portaaviones. Estaba en el avión que aterrizaba de regreso al barco justo antes del amanecer — cuando esa estrecha partícula de luz comienza a separar el horizonte invisible del océano del cielo oscuro. Mientras caminaba desde el avión hacia la sala de informes, noté que un grupo de marineros colocaba sillas en la cubierta de vuelo — normalmente llena de personas y aviones. ¡De repente me di cuenta de que era el domingo de Resurrección! Bajo la dirección del capellán, el equipo estaba montando una capilla temporal para un servicio del amanecer de Pascua. La cubierta de vuelo se había transformado en un santuario pacífico donde un grupo de cristianos adoró al Cristo resucitado justo cuando amanecía sobre el mar.

Mientras celebrábamos la resurrección de Jesús, recordé que el amanecer es un evento interminable. A medida que la tierra gira, el sol se asoma por el horizonte — momento por momento, día por día. Millones de cristianos presenciarían el mismo milagro del amanecer en cada rincón del mundo. El ritual diario del sol afirma la creencia más fundamental del cristianismo: ¡El Señor ha resucitado! La creación de la tierra, el mar, el sol y el cielo sirve como la experiencia inagotable del amanecer compartido diariamente en todo el mundo. Cada momento da testimonio del Cristo resucitado.

ORACIÓN
Dios poderoso, gracias por estar en todo este planeta Tierra que todos tus hijos llaman hogar. ¡Te damos gracias por Cristo, que ha resucitado! En su Nombre oramos. Amén.

LECTURA
Génesis 1:1-5
[1] Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. [2] La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. [3] Y dijo Dios: «¡Que haya luz!» Y hubo luz. [4] Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas; [5] a la luz, Dios la llamó «Día», y a las tinieblas las llamó «Noche». Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día primero.

PENSAMIENTO DEL DÍA
Dios comparte su amor y su presencia cada amanecer con su familia mundial.

OREMOS
Por los equipos civiles y militares de aviación.

LA BIBLIA EN UN AÑO
Hoy leemos:
1 Samuel 4, 5, 6.

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