A Alejandro Moreno, “Alito” para los amigos, le aparecen fantasmas cada vez que le es útil al gobierno, unas veces para obligarlo a que los obsecuentes diputados priistas voten por las propuestas legislativas de MORENA, otras para que su caso sirva de distractor porque al gobierno federal lo acompaña una larga estela de asuntos difíciles de resolver en el corto plazo, pero para que el pueblo se distraiga y siga la lógica de tener un gobierno “fuerte”, “defensor de la soberanía nacional”, que enfrenta a Trump “con cabeza fría”, se hace necesario un distractor, allí está “Alito”, el bribón político por excelencia, el de la cola más larga que la del Cometa Halley. Ahora mismo, cuando a Adán Augusto López le llega hasta el “fuego amigo” se requiere de un tema que distraiga a la opinión pública, ya echaron mano hasta del “chupacabras” pero ese cuento se agotó en tiempos de Salinas y son pocos ya los que se tragan ese cuento, por ese motivo se reactiva el proceso de desafuero de “Alito” Moreno, no sin antes hacer la faramalla de declarar improcedente uno anterior por enriquecimiento ilícito, no porque se le considere inocente, sino por grabaciones obtenidas de manera ilícita. Pero inusitadamente desde Campeche llegó otra acusación, ahora por peculado, que será turnada a la Sección Instructora de procedencia.
Es un juego político en el que se mantiene en calidad de rehén al inefable dirigente nacional priista, dirigencia que adquirió con trampas leguleyas, en clara connivencia con el gobierno de López Obrador. Fueron valores entendidos con el expresidente a su tiempo. Solo que ahora gobierna Claudia Sheinbaum y a López Obrador ya no le sirve, por lo que el cuento de “ahí viene el lobo” de la narrativa anterior, ahora puede hacerse efectivo. Como dirigente nacional del PRI Alejandro Moreno ha sido el campeón de las derrotas, el balance de su dirigencia arroja solo números rojos, ha llevado al PRI al borde de su desaparición y lo utiliza como moneda de cambio. “Alito” se defiende: “… estos narcopolíticos de Morena le han hecho un daño profundo al país y no pueden quedar impunes. No vamos a permitir que sigan actuando con cinismo y poder absoluto, como si México les perteneciera. Vamos a enfrentarlos con la verdad, con valor y con la ley en la mano. Este narcopartido está asesinando a México. Y mi voz no se va a apagar, ni aquí ni en ninguna parte del mundo”. Ya veremos si en el exilio, en la cárcel, o si todo queda igual desde el senado.
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