por Dr. Rafael Vela Martínez
La prórroga del mandato del rector Martín Aguilar Sánchez, otorgada por la Junta
de Gobierno de la Universidad Veracruzana (UV), ha generado graves escenarios
de riesgo para la comunidad universitaria: estudiantes, investigadores, docentes,
trabajadores en general, ya que este acto representa una violación clara a la
legalidad interna, un intento de perpetuación del poder y un atropello a los principios
de autonomía y alternancia. Más allá del debate normativo, lo urgente ahora es
visibilizar las graves consecuencias sociales y estructurales que esta decisión
puede tener, no solo dentro de la Universidad, sino para toda la sociedad
veracruzana.

I. Jóvenes universitarios: los más vulnerables en el conflicto institucional
- Pérdida de confianza en la institución
Cuando el rectorado es percibido como ilegítimo o impuesto, los estudiantes ven
con escepticismo todo el modelo educativo. La idea de que las reglas pueden
doblarse desde arriba genera una ruptura en la credibilidad institucional, minando el
sentido de pertenencia y el compromiso con su formación. - Riesgo de deserción y frustración académica
Los jóvenes que ya enfrentan obstáculos económicos, tecnológicos o sociales
podrían decidir abandonar la universidad si perciben que esta no garantiza
estabilidad, legalidad o calidad. En nuestro querido Veracruz, donde los índices de
pobreza juvenil son altos, esto podría traducirse en un aumento tangible de la
deserción escolar. - Ambiente de intimidación y autocensura
Con denuncias de represalias a estudiantes que se manifiestan contra la prórroga,
el clima se ha vuelto hostil para la crítica. Esto vulnera la libertad de expresión,
elemento esencial de cualquier comunidad universitaria democrática. - Interrupción de programas de formación, becas y estancias
Los conflictos administrativos derivan en la paralización o burocratización excesiva
de programas clave para los estudiantes: becas, prácticas profesionales, movilidad
internacional, servicio social. Esto impacta directamente en la formación integral del
estudiantado, así como incide de forma negativa en su empleabilidad futura. - Futuro laboral comprometido
Una universidad en crisis de legalidad afecta su reputación, lo cual es una
universidad que entrega títulos que valen menos en el mercado. Las empresas
podrían dudar en contratar egresados de una institución marcada por escándalos,
corrupción o inestabilidad institucional.
II. Académicos e investigadores: bajo presión y con menor libertad - Censura y vigilancia institucional
Diversos académicos han denunciado que la prórroga trajo consigo una cultura de
silencio, represalias internas, exclusión de posiciones críticas y consolidación de un
poder autoritario. Esto inhibe la libertad de cátedra y de investigación. - Estancamiento de proyectos científicos
Muchos de los colegas investigadores dependen de fondos públicos o
colaboraciones externas. Con una rectoría impugnada, las posibilidades de atraer
recursos o integrarse a redes internacionales se ven seriamente reducidas. - Inestabilidad en la planeación de mediano y largo plazo
Cuando la dirección institucional está en discusión judicial o sujeta a desafío, se
dificulta planear con certeza para el futuro (por ejemplo, líneas de investigación,
contratación de personal, infraestructura, programas de posgrado). Los académicos
podrían dudar si su proyecto se verá respaldado o interrumpido si cambia la
administración. - Migración de talento
Académicos altamente calificados están considerando abandonar la UV por falta de
garantías institucionales. Esto pone en riesgo programas de posgrado, líneas de
investigación estratégicas y la formación de nuevas generaciones de científicos.
III. Impactos en el sector productivo y la sociedad veracruzana - Fuga de capital humano
Veracruz necesita ingenieros, médicos, agrónomos, economistas, científicos
sociales y emprendedores formados en universidades sólidas. Si la UV pierde su
prestigio y sus egresados ya no son competitivos, se debilita la base del talento que
el sector productivo necesita para crecer. - Desconexión universidad–empresa
Proyectos de vinculación tecnológica, emprendimiento y prácticas profesionales
corren peligro si los actores externos desconfían de la gobernanza universitaria.
Esto afecta directamente a las industrias locales que dependen del conocimiento
generado en la UV. - Menor inversión pública y privada
Con una universidad sumida en controversias legales, el gobierno estatal y federal
pueden reorientar recursos hacia otras instituciones más estables. Incluso la
tendencia es que crezcan las universidades privadas, lo cual limita el acceso de los
jóvenes veracruzanos a las instituciones de educación superior. De hecho en la ficha
técnica “30 VER” (indicadores educativos estatales para Veracruz) se señala que la
cobertura de educación superior (18 a 23 años, modalidad escolarizada +
posgrado) fue 23.2 % para el ciclo 2023-2024 y lo más grave del caso es que del
100% de los escasos matriculados, la UV solo logra atraer al 21.67%; es decir,
menos de una cuarta parte de los estudiantes de nuevo ingreso. - Pérdida de liderazgo regional
Hasta antes de la llegada de Martín Aguilar como Rector, nuestra Alma Mater era
una de las instituciones más importantes del sureste mexicano. La pésima rectoría
de este señor, así como la crisis interna que ha ocasionado, deteriora la capacidad
de liderar iniciativas regionales en salud, crecimiento económico, sostenibilidad,
innovación tecnológica y desarrollo social. - Retroceso en el desarrollo científico-tecnológico
El debilitamiento de la UV retrasa a Veracruz en la carrera nacional por la
innovación. Sin centros de investigación funcionales, sin libertad científica, sin
apoyo estructurado, el estado pierde competitividad frente a otras regiones.
IV. Una crisis ética con impacto generacional
El mayor daño de esta prórroga ilegal no es sólo institucional. Es generacional y
cultural:
- Enseña a los jóvenes que las reglas pueden manipularse desde el poder.
- Transmite a los académicos que callar es más seguro que pensar.
- Muestra a la sociedad que el mérito no vale más que el clientelismo.
V. Conclusión: reconstruir desde la legalidad y la ética
La Universidad Veracruzana necesita urgentemente reconstruir su legitimidad,
respetar su marco legal, y anteponer el bien común sobre los intereses personales.
De lo contrario, las consecuencias serán duraderas: - Generaciones enteras de estudiantes formados en el desencanto.
- Academias debilitadas y científicos desmovilizados.
- Un estado sin rumbo en educación, ciencia e innovación.
- Una ciudadanía más desconfiada, más apática, más vulnerable.
- La UV no puede permitirse ser rehén de decisiones políticas ni de figuras
autoritarias. De hecho, el escenario de riesgo mayor es que aumenten las
movilizaciones, bloqueos y paros que interrumpan actividades docentes,
exámenes, titulación, congresos, lo que impactará directamente a
estudiantes.
La razón de ser de la Universidad Veracruzana está en la juventud que forma, el
conocimiento que produce y la sociedad a la que sirve. Muy en especial, ser motor
del desarrollo y la movilidad social, algo que se ha abandonado con la actual
administración, por ello es muy importante la posición que se advierte tomará el
Congreso Legislativo de Veracruz, en cuanto a realizar una interpretación autentica
de la normatividad universitaria y echar atrás la prórroga ilegal.
En este escenario también los jueces y magistrados que tienen que ver con las
demandas de amparo de la justicia federal, juegan un papel fundamental en el futuro
de Veracruz y las nuevas generaciones de profesionistas, el desarrollo tecnológico,
la innovación y la aplicación del conocimiento para bien de los veracruzanos.
Comentarios: rvelam_1@hotmail.com
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