octubre 7, 2025

En Esta Hora

Porque la noticia… no puede esperar

¿Ruptura?

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En su primer año de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrentó diversos escenarios políticos que solventó con la “cabeza fría”.

Pero no todo en la vida política de este país es “miel sobre hojuelas” “ni todo lo que brilla es oro”.

Resulta que la doctora Sheinbaum tiene que enfrentar, con gran destreza, las “recomendaciones” que le hacen desde la finca de Palenque.

Y todo por la corrupción del huachicol fiscal –que le producen pesadillas aterradoras– de funcionarios cercanos a López Obrador.

Hoy, el caso de Adán Augusto López amenaza con convertirse en un punto de quiebre en la relación Sheinbaum- López Obrador.

La presencia del exgobernador de Tabasco en la Cámara de Senadores es ya insostenible. Incómoda. Demencial.

Pero él se resiste a dejar el “hueso”.

Las sombras de la corrupción que lo rodean, los vínculos incómodos con colaboradores cuestionados y los expedientes que no terminan de cerrarse, lo colocan como una figura tóxica para la imagen de la señora presidenta.

Sin embargo, desde el sur de Chiapas, el patriarca ha sido claro: “hay que cuidarlo, protegerlo y dar carpetazo a cualquier señalamiento que pueda hundirlo”.

El dilema no es menor.

La primera mandataria de México enfrenta una presión creciente:

¿Ceder a la lealtad exigida por su mentor o sostener la promesa solemne de “no mentir, no robar y no traicionar”?

Cada día que pasa sin resolver este capítulo negro, su propia credibilidad se erosiona.

La ciudadanía observa, y el desgaste empieza a cobrar factura.

Por su parte, Adán Augusto (el doble A, como le apoda el reconocido periodista Riva Palacio) se siente fortificado. Seguro. Impune.

Confía que su “hermano” lo sacará airoso de esta tormenta otoñal, y que su cercanía con el patrón de Claudia lo mantendrá indemne.

Esa seguridad, casi arrogante, es la que irrita a propios y extraños dentro de la 4T.

Pero más allá de lealtades personales, la pregunta es ineludible:

¿Qué pesa más, la amistad de un “hermano” político o la obligación de gobernar a un país con integridad?

En esa respuesta se juega no solo la relación, sino también la coherencia de todo el proyecto de la Cuarta Transformación.

Primero es nuestro querido México.

Lo demás es complicidad y huachicol fiscal.

Imagen de portada: https://sciencebitesperu.weebly.com/ La química después de una ruptura amorosa

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