septiembre 26, 2025

En Esta Hora

Porque la noticia… no puede esperar

¿Surrealismo puro en la capital del Estridentismo?

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Termina la semana y casi nos pasó (o al menos al columnista le pasó) desapercibida la entrada del otoño el lunes pasado. Termina la semana y termina casi también el mes. Entramos al último trimestre del año en un Veracruz convulso, creo, por no decir que estoy seguro, como nunca antes, a causa de los problemas, el principal la violencia y la inseguridad, que lleva aparejado el control del territorio estatal por parte de la delincuencia organizada y con ello la extorsión prácticamente a todo lo que se mueve y el cobro de piso hasta a los boleros, y Dios nos proteja si pronto nos extorsionan a todos los veracruzanos por vivir donde vivimos.

El Gobierno no puede con los problemas y todavía se pone en entredicho cuando trata de encubrir y proteger a una alcaldesa de su partido, Morena, hallada en situación comprometedora en un rancho cateado por fuerzas federales de seguridad que vinculan con un capo del narcotráfico de altos vuelos, tan altos que está en una prisión norteamericana, cunden las quejas por falta de pagos a trabajadores de diversas áreas oficiales, persisten los reclamos por el fraude electoral en la elección de junio pasado, y no alcanzaría este espacio para enumerar tantas denuncias y quejas, tantas que el columnista, ser humano al fin y al cabo, veracruzano de verdad, termina las semanas, esta semana, grogui, casi en estado zombi.

Y cómo no va a ser si en lugar de iniciar la semana con buenas y gratas noticias, en pleno lunes, cuando uno quisiera que continuara el domingo, despierta, ¡zas!, con una noticia que lo deja alelado y en estado temblorino: que científicos veracruzanos construyeron ya una nave espacial para viajar a Marte y entonces, en forma oportuna, responsable, visionaria, comprometida con los productores y la economía del estado, la señora diputada Victoria Gutiérrez Pérez les pedirá de favorcito que lleven e impregnen el espacio sideral con aroma de café veracruzano, Café Bienestar, claro está, para que los extraterrestres sepan de lo que se pierden por no vivir o visitar a los terrícolas. Está como para una de las geniales caricaturas de Trino, pero la representante popular de Morena lo dijo en serio.

¿Como alienigenas perciben lo que viene? 

Esa noticia bomba desplazó otra con la que el columnista iniciaba la semana: que se ve que estos cuatroteistas son tan fregones (por no decir que chingones), que son capaces de prever con anticipación que va a ocurrir un temblor, sismo, terremoto, sacudida, estremecimiento terrestre, y hacer, o mandar a hacer, a toda prisa, lonas con los nombres de las dependencias del gobierno para que cuando todos salgan en estampida de sus oficinas sepan a donde tienen que ir y a ningún otro lado. Qué lindo. Qué chulo. Porque vi, con asombro, que el día del simulacro del temblor para recordar el del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México, cuando salieron jefes y empleados había lonas con nombres a todo color para que supieran donde se tenían que parar. ¡Qué madres!, me dije para mis adentros (así que nadie lo escuchó y se ofendió por la expresión). Por aquellas fechas yo había vivido uno de esos temblores mientras desayunaba en el Hotel Catedral, en pleno corazón histórico de la CDMX, y a la primera sacudida todos (empleados, meseros, comensales, huéspedes, vigilantes) salimos corriendo hacia la calle casi encima unos de otros sin pensar en si había una lonita que nos dijera donde ponernos a buen resguardo. Además, quién iba a adivinar el madrazo. ¿Será que los nahlistas tienen antenitas sensoras en sus cabecitas, como alienígenas, y perciben lo que viene? ¿Será que toman café marciano?

Y luego, otra. De pronto al columnista le cayó encima una avalancha de tuits que casi lo sepultan por completo, tuits que hacían escarnio de un descubrimiento histórico que había hecho la Secretaría de Desarrollo (je je) Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa) del gobierno de Veracruz: el del pez plátano o del plátano acuático. Resulta que en un tuit, la dependencia promovía ese fruto, pero lo definía como una especie marina, oriunda de las “aguas del Golfo y Mar Caribe”. ¡Mamma mía!, solté sin acordarme que en italiano significa “mi madre”. Leí y releí el texto del tuit, y cuando me convencí que así decía y que no era producto de mi imaginación por haber tomado café marciano, me dije que por eso Veracruz está como está, por el Gobierno que tiene. “El plátano se considera una especie tropical que no tolera temperaturas frías y su zona de captura se lleva a cabo en aguas marinas y sistemas lagunares del Golfo de México y el Mar Caribe”. Cómo la ve. Cuando se les pasó el efecto del café marciano que habían tomado, y en jarras, corrigieron, pero al columnista ya lo habían dejado en estado turulato. A causa de ello, la gobernadora Rocío Nahle se ganó una caricatura de Calderón en Reforma, como si algo le faltara.

¿Surrealismo puro en la capital del Estridentismo?

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Redacción Referente | Xalapa, Ver. | 25 Sep 2025 – 21:48hrs


Prosa aprisa

Arturo Reyes Isidoro

Termina la semana y casi nos pasó (o al menos al columnista le pasó) desapercibida la entrada del otoño el lunes pasado. Termina la semana y termina casi también el mes. Entramos al último trimestre del año en un Veracruz convulso, creo, por no decir que estoy seguro, como nunca antes, a causa de los problemas, el principal la violencia y la inseguridad, que lleva aparejado el control del territorio estatal por parte de la delincuencia organizada y con ello la extorsión prácticamente a todo lo que se mueve y el cobro de piso hasta a los boleros, y Dios nos proteja si pronto nos extorsionan a todos los veracruzanos por vivir donde vivimos.

El Gobierno no puede con los problemas y todavía se pone en entredicho cuando trata de encubrir y proteger a una alcaldesa de su partido, Morena, hallada en situación comprometedora en un rancho cateado por fuerzas federales de seguridad que vinculan con un capo del narcotráfico de altos vuelos, tan altos que está en una prisión norteamericana, cunden las quejas por falta de pagos a trabajadores de diversas áreas oficiales, persisten los reclamos por el fraude electoral en la elección de junio pasado, y no alcanzaría este espacio para enumerar tantas denuncias y quejas, tantas que el columnista, ser humano al fin y al cabo, veracruzano de verdad, termina las semanas, esta semana, grogui, casi en estado zombi.

Y cómo no va a ser si en lugar de iniciar la semana con buenas y gratas noticias, en pleno lunes, cuando uno quisiera que continuara el domingo, despierta, ¡zas!, con una noticia que lo deja alelado y en estado temblorino: que científicos veracruzanos construyeron ya una nave espacial para viajar a Marte y entonces, en forma oportuna, responsable, visionaria, comprometida con los productores y la economía del estado, la señora diputada Victoria Gutiérrez Pérez les pedirá de favorcito que lleven e impregnen el espacio sideral con aroma de café veracruzano, Café Bienestar, claro está, para que los extraterrestres sepan de lo que se pierden por no vivir o visitar a los terrícolas. Está como para una de las geniales caricaturas de Trino, pero la representante popular de Morena lo dijo en serio.

¿Como alienigenas perciben lo que viene? 

Esa noticia bomba desplazó otra con la que el columnista iniciaba la semana: que se ve que estos cuatroteistas son tan fregones (por no decir que chingones), que son capaces de prever con anticipación que va a ocurrir un temblor, sismo, terremoto, sacudida, estremecimiento terrestre, y hacer, o mandar a hacer, a toda prisa, lonas con los nombres de las dependencias del gobierno para que cuando todos salgan en estampida de sus oficinas sepan a donde tienen que ir y a ningún otro lado. Qué lindo. Qué chulo. Porque vi, con asombro, que el día del simulacro del temblor para recordar el del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México, cuando salieron jefes y empleados había lonas con nombres a todo color para que supieran donde se tenían que parar. ¡Qué madres!, me dije para mis adentros (así que nadie lo escuchó y se ofendió por la expresión). Por aquellas fechas yo había vivido uno de esos temblores mientras desayunaba en el Hotel Catedral, en pleno corazón histórico de la CDMX, y a la primera sacudida todos (empleados, meseros, comensales, huéspedes, vigilantes) salimos corriendo hacia la calle casi encima unos de otros sin pensar en si había una lonita que nos dijera donde ponernos a buen resguardo. Además, quién iba a adivinar el madrazo. ¿Será que los nahlistas tienen antenitas sensoras en sus cabecitas, como alienígenas, y perciben lo que viene? ¿Será que toman café marciano?

Y luego, otra. De pronto al columnista le cayó encima una avalancha de tuits que casi lo sepultan por completo, tuits que hacían escarnio de un descubrimiento histórico que había hecho la Secretaría de Desarrollo (je je) Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa) del gobierno de Veracruz: el del pez plátano o del plátano acuático. Resulta que en un tuit, la dependencia promovía ese fruto, pero lo definía como una especie marina, oriunda de las “aguas del Golfo y Mar Caribe”. ¡Mamma mía!, solté sin acordarme que en italiano significa “mi madre”. Leí y releí el texto del tuit, y cuando me convencí que así decía y que no era producto de mi imaginación por haber tomado café marciano, me dije que por eso Veracruz está como está, por el Gobierno que tiene. “El plátano se considera una especie tropical que no tolera temperaturas frías y su zona de captura se lleva a cabo en aguas marinas y sistemas lagunares del Golfo de México y el Mar Caribe”. Cómo la ve. Cuando se les pasó el efecto del café marciano que habían tomado, y en jarras, corrigieron, pero al columnista ya lo habían dejado en estado turulato. A causa de ello, la gobernadora Rocío Nahle se ganó una caricatura de Calderón en Reforma, como si algo le faltara.


Cuando este sufrido columnista pensó que ya era todo, venía subiendo (de la Clínica 10 del IMSS para el chequeo mensual) la calle Bravo (ya casi a rastras, no se crea, echando el bofe, porque esa subida es casi para escaladores) y, ¡zas!, que se encuentra con un anuncio que lo dejó estupefacto: en una funeraria frente al Hospital Civil (como todavía se le conoce), a un lado de la puerta, en una ventana con un enrejado que dejan ver las cajas para muertos, se leía en un anuncio: “Se rentan habitaciones”. ¡Mi madre! (ahora sí exclamé en español para mis adentros). Solo eso nos faltaba en la capital del estado, en la Atenas Veracruzana. Pero entonces reflexioné que qué fregones (por no decir que chingones) en Xalapa. Pensé que rentar una habitación en un lugar lleno de cajas mortuorias era buena idea como para ir calentando el brazo, como para ir entrando en ambiente en lo que inevitablemente va uno a ir a parar un día, cualquier buen día. Hasta puede uno ir viendo modelos para escoger, me dije. Solo me faltó preguntar si en su servicio funerario ofrecen también café marciano del Bienestar. ¿Surrealismo puro en la capital que fue del Estridentismo?, me pregunté.

Como leerás lector, por eso este fin de semana quise dejar los comentarios habituales y desahogarme, sacar lo que narro para no salir corriendo, o montado en mi nave extraterrestre, y gritando como loco por las calles de nuestra bellísima Xalapa. Te ofrezco que el lunes volveré a la normalidad, o lo intentaré. Ya estaba yo esperando que llegara el viernes para irme con los amigos a tomarme unas frías, o algo caliente para el estómago (café, chocolate, mezcal, tequila, pura cosa sana, para la salud), acorde al clima único de la capital, para empezar a disfrutar también el otoño (e igual el otoño de mi vida, porque ya me acerco al invierno, si no es que ya estoy en esa estación), bebidas que tanta falta me hacen para no convertirme al cuatroteismo. ¿Quién dice que el trabajo de columnista, que husmea por aquí, por allá y por acullá, es fácil?

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