Barnier, quien asumió el cargo hace apenas tres meses, pasará a la historia como el primer ministro de menor duración en la Quinta República francesa.
París, Francia. – Francia enfrenta una de sus mayores crisis políticas en décadas tras la aprobación de una moción de censura en la Asamblea Nacional que obliga al primer ministro Michel Barnier y a su gabinete a dimitir. La votación, que se saldó con 331 votos a favor, superó ampliamente los 288 necesarios, marcando un hecho inédito desde 1962 y dejando al gobierno del presidente Emmanuel Macron en una situación delicada.
Barnier, quien asumió el cargo hace apenas tres meses, pasará a la historia como el primer ministro de menor duración en la Quinta República francesa.
“Para mí seguirá siendo un honor haber servido dignamente a Francia y a los franceses”, dijo Barnier en un discurso previo a la votación, consciente de la inminente derrota.
El detonante: disputas presupuestarias
La moción de censura fue impulsada en respuesta al presupuesto propuesto por Barnier, acusado por los bloques opositores de imponer medidas de austeridad y no priorizar las necesidades ciudadanas. La Asamblea Nacional, profundamente dividida entre los aliados de Macron, la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular y la derecha de Agrupación Nacional, unió fuerzas para destituir al gobierno.
La líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, calificó la situación como un momento histórico:
“Hemos llegado al momento de la verdad, un momento parlamentario nunca visto desde 1962”, expresó Le Pen durante el debate.
Por su parte, el legislador de izquierda Éric Coquerel señaló que una ley de emergencia permitirá recaudar impuestos temporales para evitar un colapso financiero hasta que se apruebe un nuevo presupuesto.
Macron, en la encrucijada
El presidente Macron, quien se encuentra en la mitad de su segundo mandato, afirmó su compromiso de continuar hasta 2027, a pesar del escenario adverso:
“Estoy aquí porque he sido elegido dos veces por el pueblo francés. No debemos asustar a la gente con tales cosas. Tenemos una economía fuerte”, declaró Macron durante un viaje a Arabia Saudita.
Sin embargo, la dimisión de Barnier obliga a Macron a nombrar a un nuevo primer ministro por segunda vez en menos de un año, enfrentándose a un Parlamento fragmentado y sin posibilidad de elecciones legislativas antes de julio.
Impacto económico y presión europea
La inestabilidad política llega en un momento en que Francia está bajo presión de la Unión Europea para reducir su deuda, que representa cerca del 6% del PIB este año y podría alcanzar el 7% en 2025 sin ajustes drásticos. Los mercados financieros observan con cautela, ya que un aumento en las tasas de interés agravaría aún más la situación económica del país.
La crisis no solo pone a prueba la resistencia del gobierno de Macron, sino también la capacidad de Francia para mantener su estabilidad política y económica en medio de un panorama internacional complejo.
Con información de X y Sin Embargo
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