La rendición de cuentas, el fantasma de la realidad

Los gobernadores de Sonora y Zacatecas han informado a sus respectivos gobernados acerca del resultado de su gestión pública durante 2025, la coincidencia entre ambos documentos radica en que la aplicación del recurso publico ha generado avances significativos en diferentes sectores: salud, educación, seguridad pública, infraestructura carretera, etc. No existe ningún mea culpa por no haber alcanzado mejores metas porque casi todo se ha cumplido, según ellos. En los hechos no se advierte ninguna diferencia entre la rendición de cuentas de los actuales gobernantes de MORENA con sus antecesores, del PRI, del PAN y del PRD, porque, aunque no sean iguales, todo informe gubernamental que se respete aborda solo supuestos éxitos, los fracasos no aparecen en el texto informativo porque casi siempre están en la realidad. En los años sesenta y setenta del siglo pasado el “pueblo” calificaba los informes presidenciales como “la danza de los millones”, en referencia a las cantidades millonarias supuestamente destinadas a cada rubro. En este siglo no ha habido excepción a esa regla porque en el formal rendimiento de cuentas todo va bien “y viene lo mejor” gracias al “éxito” alcanzado.

Pero cuando el ciudadano voltea hacia su escenario cotidiano descubre que todo sigue igual, o peor. Es demostrativo y está fresco el caso de los informes de López Obrador anunciando el fin de la corrupción en el país, servicios de salud como los mejores del mundo y el combate a la delincuencia rendía sus frutos porque se resolvían las causas que la ocasionaba, en un país donde todo había cambiado porque se dio fin al neoliberalismo. Utopía pura, fue una cruel experiencia para una población esperanzada y creyente en lo que el discurso gubernamental ofrecía. Muchos así lo creen porque permanecen con la venda en su capacidad cognitiva, están atenidos a una ilusión sin sustento mientras la soga se acerca al cuello. Paradójicamente, por convicción u obligado por las circunstancias el gobierno de Claudia Sheinbaum está abriendo el telón y deja al descubierto la serie de corruptelas y complicidades rústicamente bordadas en el gobierno antecesor, al hacerlo provoca grandes olas que arrollan los cimientos de la gran mentira. Jala y descobija para dejar expuesta la podredumbre que germinó una generación de políticos encumbrados en el poder “haya sido como haya sido”, pero nunca con la intención de conseguir mayor calidad de vida para “el pueblo bueno y sabio”, sino todo lo contrario. En ese sentido la presidenta Sheinbaum está cumpliendo cabalmente con su obligación, al menos en el combate a la delincuencia. Merecerá aplausos si en 2030 el balance la favorece. Ojalá así sea por el bien de todos.  

Imagen de portada: Doctor Condominio