La realidad es que el saqueo a PEMEX de todas formas y de mil maneras ha sido histórico y una auténtica traición a la patria, ¿acaso PEMEX no es el mayor símbolo de soberanía nacional? ¿Acaso no se celebra – con gran júbilo y mayor orgullo – el 18 de marzo? ¿Acaso la expropiación petrolera no significó hacer de PEMEX la palanca de desarrollo para el país? ¿Acaso el petróleo no es de todos los mexicanos? ¿Acaso solo es de los huachicoleros rasos y de cuello blanco? ¿ en serio se seguirá decomisando millones de hidrocarburos sustraídos de manera ilegal y solo deteniendo a simples empleados? ¿Cuantos miles de millones de pesos dejan de inyectarse a las finanzas nacionales para impulsar la verdadera transformación nacional?
La realidad es que se requiere la participación de cientos de personas para concretar el robo, el huachicol debe ser tratado como un tema de interés nacional, debe ser visto como toda una industria dedicada al robo de combustibles, atender el huachicol debe combatirse como enfrentar toda una organización criminal, la sustracción ilegal del combustibles es un atentado a la patria, ¿cuantos millones de pesos se pueden canalizar a la salud, a la seguridad pública, a la educación, a la reparación de carreteras, al impulso al deporte y a los municipios si se le cierra la llave de recursos económicos a organizaciones criminales? ¿Acaso quienes integran y participan en esos actos ilegales son más poderosos que el Estado?
Expertos en el tema señalan que se ha perfeccionado la maquinaria ilegal, muchos son los llamados a “misa” sin importar las consecuencias legales, los ladrones de combustibles actúan sin temor alguno apostando a la impunidad y repartiendo dinero en toda la cadena humana que se involucra en sus diferentes etapas: robo, ocultamiento, almacenamiento, y transporte, distribución, posesión y comercialización ilegal de combustibles son los fantasmas que rondan las instalaciones de PEMEX, a ellos hay que sumar a los del sector aduanero, portuario, policías, transportistas, empresarios, gasolineras, industriales, miembros del sector financiero, grupos del crimen organizado y un factor que le da vida y color a esta actividad ilegal, la clase política, aquellos que ejercen el poder sean miembros del poder ejecutivo federal, estatal y municipal, es cierto, a simple vista se ve todo un “trabuco de delincuentes” sin embargo, la historia nos ha enseñado que ante la fuerza de verdaderos patriotas, no hay poder que supere la fuerza del Estado, ¿ que debe pasar para combatir de manera institucional el huachicol? ¿ en serio solo con detener a “pececitos” se neutralizará a los “tiburones”?
La realidad social de México requiere ante grandes problemas grandes soluciones, esto es, no pensar en quienes se irán en esas aguas turbulentas al aplicar la ley, tampoco ver el color de sus camisas partidistas, mucho menos respetar ”acuerdos y pactos” criminales del pasado, ante una convocatoria nacional a favor del combate al huachicol, seguramente todos los mexicanos de bien llenarán las plazas públicas y correarán el nombre de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, todas las fuerzas sociales y políticas caminarán a la par que la presidenta si realmente hay señales de cero impunidad y no solo presumir con “datos” ajenos a la realidad, un combate al huachicol que en realidad nunca se dio, las cosas como son: ni se acabó el huachicol ni México es Dinamarca como se dijo y se aplaudió – lamentablemente – en el Zócalo de la Ciudad de México de manera cruel.
En una reciente entrevista un icono de la izquierda de México e impulsor de la transición democrática Cuauhtémoc Cárdenas señaló: “El gobierno de Claudia Sheinbaum inició prácticamente sin dinero, se está haciendo un esfuerzo por encontrar recursos en una situación muy seria en el cambio de gobierno. Se están buscando y espero que los encuentren” con el robo de combustible ¿por qué unos pocos gozan la “miel” que es para todos? ¿Por qué unos pocos se burlan de manera impune de las carencias de las mayorías? ¿Por qué la verdadera transformación no ha llegado a Pemex?
México necesita cerrar filas en torno a la presidenta de la República, México debe pasar de los discursos patrioteros a un gobierno nacionalista, nada ni nadie está por encima del anhelo de un mejor nivel de vida para todos los sectores sociales, la desigualdad social disminuirá cuando los miles de millones de pesos que se van por las alcantarillas de la corrupción y de la impunidad se canalicen en beneficio de todos de manera institucional, nada ni nadie será más fuerte que un Estado de Derecho digno de la grandeza de las y los mexicanos, si sé qué dirán que sueño despierto pero pregunto, ¿entonces en que consiste la 4 transformación?
P.D.- Con el ánimo que el llamado “Cártel Negro” se pinte de colores por el bien de todos…Escribiré otro día.
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