Fue en marzo del 2019 cuando el stock de medicamentos que hubo por generaciones en clínicas y hospitales, stock que pagaron puntualmente los gobiernos corruptos y ladrones de antes se acabó. Y comenzó la tortuosa pesadilla del desabasto que ya lleva siete años, ha cobrado miles de vidas y ha afectado la salud de millones de mexicanos.
Con el desabasto llegaron las primeras mentiras. “No es que falten medicinas, lo que pasa es que estamos revisando los contratos porque resulta que en 2018, el IMSS y el ISSSTE gastaron en conjunto 55 mil millones de pesos en medicamentos y no hay medicamentos. Es inexplicable, hacían su agosto unas cuantas empresas”, dijo López Obrador en mayo de ese año.
Mentira, desde finales del 2017 el gobierno de Enrique Peña Nieto (que terminó el 30 de noviembre del 2018), pagó el abasto hasta febrero del 2019. Pero el gobierno del tabasqueño se guardó el dinero para comprar el siguiente lote por lo que en marzo se vaciaron los anaqueles… y hasta la fecha.
Ese mes de mayo Andrés Manuel dijo por primera vez que México tendrían un sistema de salud como el de Dinamarca y siguió despotricando contra los de antes: “Está muy mal el sistema de salud… lo dejaron en ruinas”.
Esa fue otra mentira.
Hasta finales del 2018 el sistema de salud era deficiente pero no estaba en ruinas. Los gobiernos de antes (insisto, corruptos y ladrones) podían meter mano en todos los cajones, menos en el del presupuesto para la salud que era intocable, casi casi sagrado. De ahí que el esquema de vacunación para los menores tuviera una cobertura del 98.5 por ciento. (Y el 1.5 por ciento restante qué. Pertenece a niños cuyos padres no permiten la vacunación por sus creencias religiosas y otros motivos).
Desde el 2019 y gracias al bizarro esfuerzo del gobierno honesto, honrado y humanista de la 4T, sólo cuatro de cada diez niños reciben el esquema completo, los casos de corrupción se han multiplicado (como el multimillonario atraco al sector Salud en Veracruz), el INSABI no funcionó, la mega farmacia menos; se dejaron sin surtir 15 millones de recetas, México sufre el peor desabasto de medicamentos de su historia, y ahora sí, el sistema de salud está en ruinas.
Pero siguen las mentiras.
Cínico y falaz, López Obrador se chutó toda su administración dorándole la píldora a la raza con el cuento de que pronto se acabaría el desabasto “o me dejo de llamar Andrés Manuel”.
En su último informe de gobierno aseguró: “Ya es una realidad en 23 estados el sistema de salud universal y gratuito, conocido como IMSS Bienestar. Este sistema ya es el más eficaz en el mundo, dije que iba a ser como el de Dinamarca. No, no es como el de Dinamarca, es mejor que el de Dinamarca”.
Más cinismo, desfachatez y falacias, imposible. Pero hubo más porque se siguió.
“Antes la compra de medicina y equipos médicos era un sucio negocio de traficantes de influencia y de políticos corruptos, hasta de comunicadores mercenarios de la información. Hoy con el mismo presupuesto, se otorgan medicamentos gratuitos a todos los mexicanos sin seguridad social”.
Semanas después se fue a Palenque y le dejó la bronca a su sucesora.
En enero de este año la doctora Claudia Sheinbaum dijo que en sesenta días quedaría resuelto el problema del desabasto. “A todas las personas que llegan a un centro de salud y por alguna razón no hay un medicamento les decimos que el objetivo es resolverlo en dos meses…”.
Bendito sea Dios, si ya esperamos por años, ¿por qué no esperar dos meses? ¿Entonces en marzo? Sí, en marzo. Ok, en marzo.
Pero marzo vino y se fue lo mismo que abril y mayo. Fue hasta junio y en Campeche que la mandataria aseguró: “Ya viene el fin del problema, el desabasto de medicamentos terminará en julio”.
¿Y…?
El miércoles anterior anunció que con una inversión de 284 mil millones de pesos, se adquirió el 96% de los medicamentos que se necesitan para cubrir el crónico desabasto que padece el país.
¿Y…?
Pues que a julio le faltan nueve días para que se vaya y el abasto no se ve.
Hoy en la CDMX, más de 10 mil trabajadores del sistema de salud más eficaz del mundo tomarán las calles para protestar por falta de insumos y medicamentos. En Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas y Veracruz (nomás por poner cuatro ejemplos), ya nos crónicas las quejas por la falta de medicamentos.
Si en este mes no se cubre el abasto como lo prometió la presidenta, ¿qué irá a decir en agosto, septiembre, octubre o noviembre?
La falta de medicamentos se ha convertido en una pandemia tan letal como el Covid. Pero a diferencia del Covid que ya tiene una vacuna para contrarrestar sus efectos, encontrar otra para combatir el desabasto, está en chino y aún le cuelga.
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