septiembre 11, 2025

En Esta Hora

Porque la noticia… no puede esperar

La Lengua de Tácita Muta

Compartir:

Gandhi nos susurra que la libertad de afuera
es apenas reflejo de la libertad de adentro.
Von Bismarck, desde su torre de hierro, advierte:
“la libertad es un lujo” —uno que aún no a todos alcanza—.
Y Confucio, sabio del alma del mundo,
nos recuerda que cuando las palabras se vacían,
la libertad se disuelve como bruma.

Yo no soy sabia,
solo soy quien camina preguntando.
Y me detengo un instante,
y me hablo a mí misma con cariño:
—Angycita, tú, que elegiste vivir entre letras y voces,
¿qué tan libre eres cuando hablas?,
¿qué tan libre cuando callas?

En el Día de la Libertad de Expresión,
reconozco la carga y la dicha
de ser puente, eco, fuego, semilla.
Porque quienes narramos el mundo
no solo contamos lo que pasa:
a veces, sin saberlo, lo creamos.
Y sobre nuestros hombros —pequeños o grandes—
pesa la responsabilidad de dar luz o sombra
a pueblos enteros.

Por eso, solo pido que cuando ejerza mi voz,
mi mente camine sin cadenas,
mi corazón no olvide la ternura,
y mi tinta sea honesta,
no solo imborrable, sino justa.

La libertad no es un trofeo,
es un hilo que nos une.
Es respeto, es escucha, es comunidad.
No es un fin:
es un medio para que la dignidad florezca en todos.

La libertad de expresión es raíz del alma colectiva.
Es la palabra de la abuela en su lengua originaria.
Es la canción de la niña que se sabe única y valiente.
Es el silencio que aguarda su momento.
Es la verdad dicha con compasión.

No hay democracia sin periodistas que resistan,
sin artistas que incomoden,
sin pueblos que pregunten.
Que nuestras palabras no sirvan para oprimir,
sino para abrir ventanas.
Que nunca nos acostumbremos al miedo.

Y que cada letra que brote de nosotros
lleve en su entraña
la semilla de un futuro
donde nadie, absolutamente nadie,
viva sin voz.

Porque en mi padre —dador de mi vida
y de esta vocación que arde—
descubrí que el periodismo y la vida
se abrazan como la verdad y el amor:
ambos se buscan, ambos se exigen.

Y si alguna vez me preguntan qué es la libertad,
responderé así, sin temblar:
es tener el valor de decir lo que es,
con la esperanza de lo que puede ser.

Compartir: