Ya se consumó la consulta ciudadana para elegir “popularmente” a nuevos integrantes del Poder Judicial Federal, un proceso amañado, complicado y sin garantías para quienes aspiraron que el voto a su favor realmente contará. Además, en la aldea veracruzana se dirimió la competencia electoral para integrar 212 nuevos ayuntamientos, el primer reto electoral para la gobernadora Rocío Nahle y para Luisa Alcalde, la dirigente formal de MORENA quien tuvo bajo su responsabilidad el buen sino electoral para su partido. La elección judicial fue paladinamente ignorada y/o rechazada por la ciudadanía veracruzana, si juzgamos a partir de la elevada abstención que, de no ser por el notable acarreo de votantes “convencidos”, las ánforas hubieran permanecido transparentes de limpias. Con todo, la participación ciudadana no representó el 50% de la nómina electoral ¿sería porque la indiferencia respecto de la reforma judicial contaminó el interés por la elección municipal? Esa sería la inferencia de menor gravedad, porque otra de no menor probabilidad supone un rechazo con inherentes muestras del cansancio ciudadano frente al difícil acontecer en el país.
El miércoles próximo conoceremos los resultados oficiales de la elección municipal: MORENA puede anunciar con bombo y platillo haber ganado la elección en la ciudad de Veracruz, 31 años después de que por primera vez el PAN cerrara el circulo del PRI dominante en ese municipio y el dirigente estatal panista, Cesar Leal Angulo, declarara que su estrategia había consistido en aprovechar las debilidades estructurales del PRI (que) “ha tenido liderazgo político por muchos años y en ese lapso ha producido muchos hechos y fenómenos que han sido de beneficio para las masas populares, pero en el lapso de los años ese liderazgo lo ha ido deteriorando en el mando de sus ideas y en sus cuadros de dirigencia y hubo un momento en que el pueblo de Veracruz le perdió la confianza a ese liderazgo…”. Eufórico, Leal Angulo dijo que estos resultados “sorprendieron y conmocionaron a la Nación” y que el triunfo era considerado por la dirigencia nacional panista como más importante que la gubernatura de Guanajuato”, que también acababa de ganar el PAN. Ignoramos si a ese grado será la satisfacción de la dirigencia de MORENA y en la elite estatal gobernante por haber logrado el triunfo en el municipio de Veracruz, aunque en realidad en números absolutos y relativos el partido en el gobierno en esta ocasión electoral obtuvo números rojos respecto de la elección inmediata anterior, pues en 2021 MORENA ganó en 130 alcaldías, el Verde en 17 y el Pt 6, es decir, 153 municipios, ahora gobernará en 84. En la evaluación partidista en MORENA entre los elementos a considerar están; la participación logística del gobierno estatal, la movilización estratégica del partido en la entidad, y el desempeño de la lideresa nacional de MORENA a cuyo encargo estuvo esta elección. En el gobierno estatal también estarán evaluando el resultado de su primera elección y del porque menguó el número de municipios gobernados bajo su egida ¿deficiencia operativa o MORENA está perdiendo seguidores? Porque en Durango MORENA y sus aliados perdieron cinco municipios que ya tenían en su poder, aunque ganaron Gómez Palacios, la segunda ciudad en importancia de aquella entidad. El común denominador fue el escalamiento de Movimiento Ciudadano, en Veracruz y en Durango, donde lleva ventaja en tres municipios cuando antes no figuraba. En cuanto a la fuerza opositora veracruzana aquí anticipamos que su debilidad se acentuaba a causa de la dispersión de sus esfuerzos. Aunque ciertamente no alertamos que con sus respectivas dirigencias estatales, el PAN y el PRI no podían llegar muy lejos.
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