Militantes del Verde se suman a la campaña de Marijose Gamboa: Torpeza inexcusable de Luisa María Alcalde

Lo que ocurrió en Boca del Río es más que una ruptura coyuntural: es la expresión pública de una fractura profunda – y que se venía anunciando- dentro de la alianza Morena-PVEM. El hecho de que siete de los doce candidatos a regidores del Verde, y la hija de Maruchi Bravo, hayan decidido respaldar al PAN y a su candidata Maryjose Gamboa, es una bofetada a la dirigencia de su propio partido, pero sobre todo, un mensaje claro hacia la cúpula morenista: las lealtades políticas no son eternas, y menos cuando se vulneran públicamente.

Y es que la visita de Luisa María Alcalde a Orizaba el pasado 19 de mayo perjudicó más que beneficiar al partido oficialista. Su alusión despectiva refiriéndose a que en la región “no querían nada que tuviera un tufo a Fidel Herrera” fue una torpeza política incalculable y completamente innecesaria. Subestimar el peso simbólico y real que aún conserva el apellido Herrera en la entidad veracruzana, y al interior del partido Verde donde Javier Herrera Borunda ejerce el control absoluto, fue una pésima apuesta que ahora cobra factura. La política exige memoria, pero sobre todo, habilidad para sostener alianzas, y Alcalde parece haber carecido de ambas.

La consecuencia inmediata de esta falta de tacto la va a padecer Bertha Ahued en Boca del Río, pero el daño trasciende el plano municipal. Alcalde ha demostrado, una vez más, su dificultad para honrar compromisos políticos con sus aliados, y eso le puede salir caro en la contienda estatal que tendrá lugar el próximo domingo primero de junio. Si el precio de una declaración imprudente es la desbandada de cuadros, entonces más vale que alguien en la dirigencia nacional comience a hacer control de daños antes de que el efecto dominó sea irreversible en el resto de la entidad.

Foto e información de Rodrigo Barranco: