En que estaría pensando el candidato priista a la alcaldía de Xalapa, cuándo sus sesudos asesores le propusieron sentarse a la mesa con el membrete ese llamado Vía Veracruzana y contestó afirmativamente.
Pobre ex diputado federal ve la tormenta y lo se inca.
Que acaso el hijo del fedatario público no percibe la pesada loza que carga sobre su enclenque espinazo al ser abanderado por un instituto político en agonía, que todavía se atreve a perder el tiempo en reuniones con organizaciones que no representan nada ni a nadie.
No cabe duda que los priistas tiene tiempo que perdieron el rumbo. Creyeron que el otrora poderoso instituto político jamás iba a decaer, se sintieron invencibles y, en completo valemadrismo, sacrificaron a la gallina de los huevos de oro.
Ahora el joven político carga con los pesares, se atrevió a buscar la alcaldía sin pensar que su partido da sus últimos estertores, que la agonía únicamente se prolonga ante la dejadez y el olvido de los priistas de antaño, de esos priistas que hoy viven como jeques, cómo auténticos sultanes disfrutando de las riquezas que les dio el partido.
Ninguno de los que se enriquecieron a la sombra del tricolor ahora tiene el valor de salir a defender las siglas, de aportar cinco centavos para salvar al partido, mucho menos salir a caminar, acompañando a algún candidato, en busca del voto popular.
Eso es valemadrismo no chingaderas.
Ahora, Lagos Galindo, vistiéndose de héroe o quizá fingiendo ser priista, como “El Borras”, se avienta al ruedo pensando en ganar.
Lo bueno es que los priistas ya conocen a Silvio.
Por cierto, la incorporación de Manuel Bernal Rivera al equipo del candidato sólo deja ver la desesperación que trae encima el priista.
ALBERTO ISLAS. MÁS OBRA SOCIAL.
Trabajando, sin aspavientos ni luminarias, el alcalde entrega buenos resultados.
Su labor es discreta, callada y eficaz, un ejemplo de ello es la obra social, acción que no se detiene y que se puede observar por las calles y avenidas de nuestra capital veracruzana.
El edil se ha metido de lleno a su labor, a cumplir con la responsabilidad, su equipo de trabajo le ha respondido satisfactoriamente.
Bien por el alcalde Islas Reyes, un alcalde de resultados y de palabra.
Pobre Silvio Lagos

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