Ginebra.– Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), anunció su renuncia inmediata como presidente y miembro de la junta de fideicomisarios de la organización, poniendo fin a más de cinco décadas de liderazgo. La decisión, comunicada el lunes tras una reunión extraordinaria de la junta el 20 de abril, marca el cierre de una era para la institución conocida por su cumbre anual en Davos, Suiza, que reúne a líderes políticos, empresariales y sociales de todo el mundo.
Schwab, de 87 años, fundó el WEF en 1971 como el “Foro Europeo de Gestión” con el objetivo de promover el diálogo sobre desafíos globales y fomentar el capitalismo de partes interesadas. En 1987, la organización adoptó su nombre actual y se consolidó como una plataforma influyente para la cooperación público-privada. Durante su mandato, el WEF facilitó hitos como la prevención de un conflicto entre Grecia y Turquía, el fin del apartheid en Sudáfrica y la creación de una alianza que ha vacunado a más de mil millones de niños. Su iniciativa “Great Reset” en 2020, lanzada para reimaginar las economías tras la pandemia, generó tanto apoyo como críticas globales.
En su declaración, Schwab expresó: “Tras mi reciente anuncio y al entrar en mi 88º año, he decidido renunciar como presidente y miembro de la junta de fideicomisarios con efecto inmediato”. La junta aceptó su dimisión y designó por unanimidad a Peter Brabeck-Letmathe, exvicepresidente, como presidente interino. Además, se formó un comité de búsqueda para seleccionar un nuevo presidente permanente, aunque no se especificó un cronograma para el proceso.
El WEF destacó los “logros sobresalientes” de Schwab, subrayando su papel en transformar la organización en un referente mundial para el diálogo inclusivo. Sin embargo, la renuncia se produce en un contexto de desafíos recientes, incluyendo críticas por su influencia en la gobernanza global y acusaciones de discriminación y acoso dentro de la organización, que una investigación externa desestimó en 2024.
No se detallaron las razones específicas de la renuncia, pero se espera que Schwab continúe desempeñando un papel honorario o asesor mientras el WEF transita hacia un nuevo liderazgo. La organización reafirmó su compromiso con su misión de “mejorar el estado del mundo” en un momento de rápida transformación global.
En las redes sociales, la noticia generó reacciones polarizadas. Algunos usuarios celebraron la salida de Schwab, asociándola con el declive de agendas globalistas, mientras otros reconocieron su legado en la construcción de puentes económicos y políticos.
El futuro del WEF bajo un nuevo liderazgo será clave para determinar si la organización mantiene su influencia en un panorama global cada vez más fragmentado.
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